Descripción fenomenológica del sabor de la fresa.

Para realizar este ejercicio fenomenológico, utilice dos fresas maduras, al tenerlas en mis manos lo primero que  sentí fue  su textura, que era bastante dura y tenia pequeños puntos, que daban como el aspecto de agujeros y piel arrugada. Luego empecé a sentir su olor que era bastante fuerte, daba la sensación de ser dulce. Como era una fruta que no comía seguido, al sentir el  olor, me ocasiono que la boca se me hiciera agua, es decir, aumento la saliva más de lo común.

Decidí comer la fresa por pedazos, para sentir su sabor. Cuando estaba entre la los dientes y el paladar, sentí una sensación asida, como quien come mango medio maduro o el kiwi en lo dulcíto que este tiene. Seguí saboreando y sentí que lo ácido persistía, seguí  comiendo hasta llegar a probar lo  dulce de la fruta  y disfrutar de su sabor. Lo relacione con el sabor de un  helado elaborado de la misma fruta.

Hubieron momentos que sentí que perdía lo dulce, quizás era el paladar, decidí probarlo de otra manera, decidí echarle un poco de miel, y sentir  la diferencia del sabor. En el momento se sentía un sabor agradable, pero lo dulce que le daba la miel era  superficial. Se nota la diferencia en el sabor, que  no es natural, que había algo que alteraba su sabor original. Al momento de comer la fresa sin miel, se siente el sabor natural y  lo agradable al tenerlo en él paladar. Después de tragar, la sensación que quedo, era un poco amargo e insípido todo aquello dulce lo pierde.

Todas estas sensaciones se dieron dentro de en la parte sensible del cielo de la boca, y otra  en la  lengua, como si hubiera una conexión entre sí. Como si fuera el centro de sentir los sabores donde se activa las demás glándulas que están en su entorno. 

Al realizar este ejercicio podría decir que esta es una definición del sabor de la fresa, asociándolo al del mango y el kiwi, aunque no sé si sea  el sabor original, ya que lo planteo desde mi propia experiencia de percepción.  Considero que fue bastante difícil detectar el sabor que la fruta en si posee, pues algunos momentos sentí tenían sus variaciones según la experiencia obtenida.