lunes, 2 de mayo de 2016



Mi segunda experiencia se basa en el entorno comunitario. 

Era un sábado, un día antes de que saliéramos de vacaciones de 10 días. Todos estábamos felices porque llegó el día en que normalmente nos dan dinero para nuestras vacaciones. Llegó el día domingo y para mi sorpresa a mí nunca se me llegó el sobre con el dinero, y no quise reclamar al asistente de mi formador, e inmediatamente llamé a mi casa para que me mandaran el dinero tanto para mi pasaje y para otros gastos.
Pasaron las vacaciones y nuevamente de regreso  a mi comunidad. Pasaron los días, meses y nunca le pregunté al asistente en porqué no me había dado dinero para mis vacaciones conformándome en pensar que para la próxima no iba a pasar nuevamente.
Y después de unos meses llegaron nuevamente las vacaciones y pasó lo mismo, era el único que no me llegó el sobre con el dinero. Y desde  ese entonces se me vino un gran sentimiento de rechazo y de injusticia al ver a mis compañeros felices  para sus casas menos yo. Tomé la iniciativa de ir hablar con el asistente de mi formador que es el encargado de repartir los sobres y me dijo que no me tomó en cuenta y repartió mi dinero a  mis demás compañeros, y le pregunté el por qué y no me dijo nada al respecto.
Me sentí muy desanimado e injustamente tratado. Me surgieron varias preguntas una de ellas es: ¿por qué el asistente no nos trata igual a todos? ¿Por qué a unos les da dinero y a mi no? Nunca encontré respuestas a mis interrogantes y ni siquiera se disculpó conmigo.
Días después mi formador se enteró de todo lo que había pasado y despidió al asistente por actuar injustamente conmigo.

1 comentario:

  1. No se trata de una experiencia planeada. No pudo haber sido así puesto que hablás de sorprenderte en varios momentos. El ejercicio es algo deliberado para hallar la respuesta a una pregunta concreta.

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