lunes, 2 de mayo de 2016

Freddy Anthony Calderón Arias                                                                                            Carné: est 2028014

Segunda descripción fenomenológica.

Antes de la clase de portugués, la cual nunca llegó por la ausencia del profesor, se dio la oportunidad de realizar mi segunda experiencia fenomenológica. Todo inicio cuando me dispuse a saludar a una de mis compañeras de curso, por la cual me siento muy allegado (atraído) y sinceramente me gusta mucho. Ella recibió mi saludo con un beso en la mejilla y un abrazo, lo cual me hizo experimentar alegría y deseos de no soltarla.

Por un momento tuve la motivación de besarla en la boca, pero en ese momento,  interiormente se inició en mí una conversación. Algo parecido a lo caricaturesco, en donde hay una parte invitándote a realizar algo y la otra parte invitándote a realizar lo contrario. Una parte de mi decía bésala y la otra me decía eres religioso recuerda tus votos, fue algo que experimente claramente y al mismo tiempo fue una conversación interna fugaz.

Luego de ello, iniciamos una conversación sobre su familia, yo comencé a experimentar nerviosismo, el cual me hacía mover mis piernas, tomarme de las manos, sudar un poco en la frente, tragar saliva, y experimentar un extraño hormigueo en la cadera. No nos despegábamos la mirada y ello aumentaba mi nerviosismo. Nuevamente mis deseos de besarla regresaron y mi conversación interna se incrementó, una parte de mi quería besarla y la otra me detenía.

Llegó un momento que por la conversación interna que tenía me perdí de la conversación con mi amiga, por ello tartamudeando le dije: puedes repetir lo que me dijiste, no te escuché bien, y ella me sonrío. Su sonrisa hizo que mi piel se erizara. En seguida, ella se acercó a mí, para mostrarme una imagen de su familia en el celular, su perfume tenía un olor muy agradable, y por ello tope su costado junto al mío, para sentir mejor su olor y para sentir su piel junto a la mía, cosa que deseaba hacer.

El contacto con ella aumentó el hormigueo en mi cadera y me provocó deseos de tomarla de la mano, sin embargo, interiormente (conversación interna) una parte de mí hizo que no lo hiciera, al pensar en mi ser religioso. Luego de lo anterior ella me comentó que debía retirarse, por lo cual se despidió de mí con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo, algo que removió mi interior, sentí que mi corazón se aceleró, mi piel nuevamente se erizó y el hormigueo en mi cadera se trasladó hasta el estómago. Así fue la despedida, cuando se retiró, lo experimentado en mi cuerpo y en mi interior comenzó a disminuir.

Interpretación

Luego de la experiencia de mi segunda descripción he comenzado a ver algunos elementos repetidos que dan luces para responder a mi pregunta inicial, es decir, ¿cómo experimenta la atracción sexual una persona célibe?, esos elementos son: el nerviosismo manifestado en las diferentes expresiones que en las descripciones se exponen, mi reflexión interna al momento de experimentar deseos de besar y tomar de la mano a mi compañera de clase. Reflexión  fundamentada en el compromiso libre que acepté, al momento de ingresar en la Orden de Hermanos Menores (O.F.M.), el cual consiste en vivir célibemente mi vida religiosa, los deseos de contacto que surgen en mí y la atracción que siento por ella.


Considero por tanto, que la atracción sexual se ve manifestada en el impulso de querer estar cerca y en contacto de la persona por la cual te sientes atraído sexualmente. Así mismo, una persona célibe experimenta ese deseo de una manera reprimida, claro no viendo negativamente la palabra reprimir, pues es una represión generada por una decisión que se considera más valiosa que llevar a término la atracción sexual (besar, tocar, etc.), es decir la decisión de vivir una vida célibe en la vida religiosa. 

4 comentarios:

  1. Tu descripción me pareció bastante sincera, a su vez hay un equilibrio entre el contexto planteado, lo que estabas percibiendo interiormente y la persona que tenías en frente, que en este caso es una mujer. Sin embargo, hay dos elementos importantes que te pedirías tomar en cuenta para el siguiente paso que es la extracción de esencias:
    1. Al parecer la persona con quien tuviste esa experiencia es compañera de clase, es algo cercana a ti, pero que pasaría si en la variación libre, buscaras a una chica que no tiene un vínculo cercano a tu persona. Por ejemplo, una chica que la encuentras en la calle, la universidad etc. Ya que la atracción sexual no solo se puede dar con alguien cercana, y esto podría arrojar nuevos datos.
    2. No veo claro la diferencia entre un chico que no tiene el celibato y otro que si lo tiene, digo esto porque en la experiencia describes reacciones muy naturales que en ambos casos (el chico célibe y el no célibe) pueden tener, e incluso hay jóvenes que no tienen el voto del celibato pero reprimen situaciones sexuales. Por tanto, si te pediría que aclares bien cual es lo particular en un joven célibe.

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  2. Respuestas
    1. Aristides es interesante tu planteamiento, y lo valoro mucho, sin embargo una persona no célibe no se hasta que punto se abstuviera (pueda que si o pueda que no), o se detuviera ante la posibilidad de besar a una chica, por la cual se siente atraído sexualmente y tenga una relación cercana como la mía con mi compañera. Es precisamente el compromiso libremente asumido del celibato, lo que hace que medite y me abstenga de llegar a otro grado en la relación con mi compañera, es decir, lo que hace que me abstenga de besarla y de plenificar lo que se mueve en mí al experimentar la atracción sexual.

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  3. Yo iba a preguntarte lo que te preguntó Aristides: ¿qué diferencia habría entre la vivencia de la atracción sexual por parte de una persona célibe y otra que no lo es? La diferencia no parece radica en la vivencia de la atracción misma, sino en cómo esta es encarada o enfrentada. Vos hablás de un debate interior y de una represión. He ahí la diferencia. Me pregunto si el debate y la represión son solo de conciencia abstracta o hay sensaciones corporales concomitantes. Describís muy bien los cosquilleos propios de la atracción física, pero me pregunto si parte de ellos no es del debate, que no ocurre en un espacio abstracto sino en el mismo cuerpo que se siente atraído...

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