miércoles, 25 de mayo de 2016

¿Cuál es el fundamento fenomenológico del deber ser?

Análisis y captación de esencias


1.     Evidencia del -deber ser-


El -deber ser- se hace evidente, cuando en el comportamiento aparece una tendencia, es decir una fuerza interior que  invita al sujeto a hacer lo contrario al deber ser. El deber ser está configurado por los valores morales y éticos de cada individuo.

2.     Análisis del carácter experiencial de esta tendencia en el comportamiento


Esta tendencia es circunstancial ya que, puede manifestarse de modo relativo, en diferentes ocasiones de la cotidianidad, (el hogar-familia, la escuela-Universidad, en el trabajo y en la sociedad) por eso, se le considera circunstancial.
ü  Hay dos tipos de tendencia circunstancial: espontánea y premeditada.

§  Tendencia espontánea: aparece en los momentos en los cuales, provoca de inmediato una ligera respuesta en el comportamiento de la persona. Da pautas para una ligera (y breve) deliberación, pero no prolongada. Tal es el caso delos imprevistos, contra tiempos, emergencias. Por ejemplo: Supongamos que un estudiante universitario, está en su casa realizando el trabajo correspondiente a su tesis. Recibe una visita inesperada de un familiar. Esta circunstancia exige una respuesta de inmediato. Observemos que  -el deber ser- se orienta a la cortesía y hospitalidad para con el familiar. No obstante, se genera una ligera deliberación de lo inoportuna que puede ser dicha vista, para el estudiante que está terminando su tesis y su deseo de no querer saludar-. Por lo tanto, es evidente como la circunstancia confluye de modo espontaneo sobre la tendencia.

§  Tendencia premeditada: es aquella fuerza interior  que prevalece por un tiempo prolongado y mueve la voluntad a querer realizar lo contrario del deber ser. Con la particularidad de lanzar al sujeto a un acto denso de deliberación. Por ejemplo: Hace unos días visité a un amigo, él me contó que su mamá iba ser  operada y necesitaba tres donadores de sangre. Y me preguntó si era posible que yo fuera; asimismo me brindó la información pertinente al caso. Mi respuesta fue realmente una excusa, le contesté: -“te confirmaré mañana, porque no estoy seguro si para esa fecha ya estoy comprometido con alguna actividad” -. Ahora bien, nótese que el deber ser está frente a la solidaridad y apoyo que me es posible brindar a mi amigo. A este referente le acompaña la tendencia premeditada que exige un acto de deliberación con mucha más profundidad, para elegir de lo más apropiada, según el parámetro del deber ser.

3.     La pantomima deliberativa entre querer y no querer.
 

Hemos dicho anteriormente, que hay dos tipos de tendencia circunstancial; espontánea y premeditada. En ambas se dan el acto de deliberación, pero, en la primera se da de inmediato y, en el segundo tipo la deliberación es más prolongada. Por ello, antes de comenzar con la deliberación, es preciso analizar el acto que antecede a la deliberación.

 En este sentido, la deliberación supone el hecho que la persona ya tiene a su favor una decisión (Es probable que inconsciente). Evidentemente, dicha decisión, la encontramos en el mismo sujeto. Por ello, antes de deliberar, él ya tiene una cierta preferencia a (…). Y por consiguiente le lleva a inclinarse por una decisión; en este sentido, la que le es conveniente. Así pues, la persona desde el principio tiene una intuición por  la alternativa que más le conviene. Según la circunstancia será la de mayor peso.  Por tanto, la deliberación sea breve o prolongada se vuelve una pantomima, en donde el sujeto recrea sus escenas de reflexión personal para hacer consciente su decisión tomada de forma inconsciente y estar seguro de ella misma.

4.     ¿Qué importancia tiene el acto de deliberación para el –deber ser-?


La deliberación solamente confirma la alternativa preferencial por parte  del sujeto. En tanto que le posibilita la afirmación de su misma decisión.  Lo ideal es que esta decisión corresponde al modelo de comportamiento, que el -deber ser- de suyo es capaz de orientar.

Aquí, se presenta justamente uno de las dificultades de mi investigación. No siempre la decisión final está en armonía con el deber ser. Evidentemente, tanto el comportamiento humano y su conducta, no está determinado éticamente. Por el contrario, goza de una libertad y su libertad está vinculada a la capacidad de decisión y de deliberación que el ser humano tiene.

          Por lo anterior, ¿Qué nos queda?. Queda indagar, de modo fenomenológico, cómo corresponder las deliberaciones y decisiones que influyen en nuestro comportamiento con el modelo ético -del deber ser-. Para ello necesitamos analizar qué es el deber ser.

5.      ¿Qué es el –deber ser-?
 

El deber ser, es el referente ideal, es el horizonte, al que aspira el sujeto para orientar su comportamiento. Es ideal porque supone para el sujeto, un asentimiento ético y moral. Por lo tanto, -el deber ser- se fundamenta en la realización de una ética arquetípica. El mismo sujeto la diseña para tener el horizonte de su propio comportamiento estético. ¿En qué sentido nos referimos al elemento estético? En el sentido que la persona elegirá ser según su gusto estético de personalidad y aspirará a comportarse de acuerdo a ello, desde un parámetro ético.

 La persona aspirara a este arquetipo ético o referente ideal para fundamentar su comportamiento. Esta aspiración a ese comportamiento está en sintonía con lo que le gusta. En este sentido, es evidente que la experiencia del –deber ser- es un elegirse. Que corresponde y supone un referente que constituye diseñar la imagen de sí mismo. Es decir, un arquetipo ideal subjetivo de sí mismo por el cual la persona decide.

En resumen: -El deber ser- es el arquetipo ético que el sujeto diseña en su aspiración a un comportamiento estético de sí mismo.

¿Cómo se siente el deber ser?
ü  Puedo sentir el deber ser en cuanto que lo comprendo. Descubro su sentido porque brinda orientaciones a mi conducta.

ü  Cuando se es consciente gradualmente del porqué de mi comportamiento según del deber ser. Se encuentra la satisfacción de estar en armonía con el arquetipo ético que yo mismo diseñe. Corresponder a este comportamiento genera un gusto estético, de mi misma imagen real.

¿En qué momento preciso lo encuentro? Por ejemplo: Cuando un maestro dedica tiempo, para calificar los exámenes de sus estudiantes. Sin embargo, sus amigos lo invitan a un café. El considera su alternativa y decide continuar en su labor como maestro. Su deber ser está orientado a corresponder al arquetipo de responsabilidad que a él le gusta tener de sí mismo. Por tanto ser responsable, asimismo, su labor educativa le genera una satisfacción estética de su mismo comportamiento.

6.     ¿Cómo corresponder las deliberaciones y decisiones que influyen en nuestro comportamiento con el modelo ético -del deber ser-?


Esto se logra, en primer lugar, en la medida que cada sujeto de modo consciente diseña su propio referente ideal de comportamiento. Fijar su horizonte ético de vida. Según lo que al mismo sujeto le agrada, en tanto que percibe estéticamente su comportamiento. Por tanto, la claridad de los sujetos en la fijación de su propio arquetipo estético posibilitará que las decisiones primarias y los actos consecuente de deliberación vayan orientados al principio fundamental ético del deber ser.


1 comentario:

  1. Muchas y buenas observaciones sobre el deber ser, aunque, con todo, quedo con un sabor de no saber cómo se le experimenta en concreto... Me gustan, sobre todo, las reflexiones sobre la deliberación (y su pantomima), así como eso de elegir-se a sí mismo como el planteamiento libre de un horizonte de vida. Poco claro queda lo de la ética arquetípica, pero sobre todo el gusto o satisfacción estética en que insistís tanto... ¿Insinuás que la experiencia del deber es estética, una cuestión de gusto?... Tratá de redactar de manera más directa y concisa. Es difícil ante un tema tan complicado, pero no es imposible. Adelante.

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