Análisis de las experiencias fenomenológicas:
¿Qué es el fervor religioso?
A partir de las experiencias descritas y desarrolladas en el contexto del viernes santo y del domingo 1 de mayo con la festividad de la rosa en la Basílica del Rosario en la ciudad de Guatemala, es posible delinear algunas estructuras fundamentales que coinciden en lo expresado por medio del lenguaje pero que al fin y al cabo son expresiones del sentido vivido de dichos acontecimientos.
El viernes santo el entorno era fúnebre, sin embargo, el origen de ese dolor y recogimiento no era una muerte real en sentido estricto, sino un duelo por un acontecimiento pasado pero actual y siempre vital en la religiosidad popular católica. El exacerbamiento de este sentimiento por parte de la Hermandad del Señor Sepultado en el cortejo del viernes santo, no es fruto solamente de la estética barroca de sus expresiones artísticas: adorno, anda, cucuruchos, pasos procesionales, etc.
Se trata más bien de una conjunción de esa estética con un sentimiento muy profundo y apasionado de quienes experimentan una conexión con el arquetipo denominado: Cristo del Amor y su aparente muerte. Pareciera una eterna culpabilidad por la muerte injusta del Hijo de Dios que asume año a año las propias injusticias que experimentan quienes se acercan al cortejo procesional.
En el caso de la procesión de la rosa de la Virgen del Rosario, el ambiente festivo y alegre de este acontecimiento, expresa lo más entrañable de un colectivo que admira la grandeza del amor materno y sin duda lo considera incondicional. En la Virgen María no se traslada la culpa ni el dolor de un acontecimiento pasado, siempre actualizado, sino más bien los sentimientos más profundos de un hijo hacia su madre. Es una especie de fiesta folclórica pero con un sentido retributivo a todo el concepto de madre más que de duelo. El folclore se expresa en lo mestizo de las expresiones artísticas: música indígenas, adornos barrocos españoles, danzantes con trajes típicos, indígenas que portan incensarios,
De esta forma, es posible extraer algunas conclusiones de la experiencia vivida en estos dos eventos y que delinean algunas estructuras generales del fervor religioso experimentado:
- El fervor resulta de la unión de la creencia de la persona y de su estado de ánimo, siento altamente emotivo y pasional.
- Se expresa en el enardecimiento, la pasión, el entusiasmo y una especie de energía interna que brotan del encuentro o la cercanía con un arquetipo, en este caso religioso.
- Motiva y dispone a la voluntad para realizar cosas que normalmente no se realizarían.
- Posee un alto sentido retributivo y de culpabilidad hacia lo divino expresado en el arquetipo.
- Es una plataforma de expresión para los valores culturales tanto de los pueblos indígenas como del encuentro cultural suscitado con la dominación española y la evangelización del continente.
Varias de tus conclusiones son fenomenológicas, aunque no se evidencia su base como tal en las reflexiones antecedentes, que más bien parecen comentarios socio-antropológicos.
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