jueves, 26 de mayo de 2016

ANÁLISIS DE LAS DESCRIPCIONES
Después de haber experimentado la segunda descripción fenomenológica.  Considero que he llegado a mencionar  algunos aspectos que se han repetido durante las descripciones. Sin embargo desde mi perspectiva no he descuidado mi pregunta que es: ¿CUÁL  ES  LA  EXPERIENCIA DEL DOLOR  EMOCIONAL EN MÍ DESDE UNA PERSPECTIVA FENOMENOLÓGICA?  Dando a conocer que son: dolor en el pecho; como si fuera un golpe que he recibido, falta de oxigeno, sudaderas en las manos y luego estas misma  tiemblan, que luego pasaría también  a temblar  las piernas. Así estos aspectos ocasionan cambios repentinos en mis emociones, es decir, que de un estado   de ánimo equilibrado, pase a la  tristeza y añoranza.

Así  también, en   la  primera descripción, mencioné  que  viendo unas fotografías  yo recordaba  momentos con mi familia. Al analizar esta experiencia  sé que no es tan fenomenológico, pues carece de algunas características que son necesarias para una vivencia real. No obstante considero que gracias a esas experiencias  vividas crearon un dolor de añoranza  (país, familia y amigos.) Ahora sé que el dolor se puede plantear en otras áreas de mí vida y lo puedo experimentar desde mi presente.
Este punto de vista lo he logrado gracias al comentario que me hicieron unos compañeros  en el blog, por ello quiero resaltarlo literalmente:

“Considero que la experiencia fenomenológica que buscas, carece de ciertas características que son necesarias para una vivencia real de lo que quieres encontrar; sin embargo, eso no quita que puedas experimentar cierto tipo de dolor pero que ya no tendrá el mismo sentimiento o intensidad que el año en que tuviste dicha experiencia; en primer lugar partirías de un recuerdo en este caso, una situación de dolor.
Veo que tu planteamiento se centra en lo familiar, a mi parecer el dolor emocional se puede dar en otras áreas de nuestra vida y lo puedes experimentar en el presente sin necesidad que tengas que viajar nuevamente a Ecuador o Perú y aunque viajaras de nuevo, sería otra experiencia. Sugiero que te replantees tu propuesta de abordaje.”

Retomando el comentario, y después de haber leído y releído  mí descripción. Puedo afirmar que el compañero  tiene mucha  razón  en  su observación, en cierta parte.  Porqué  llego a decir en cierta parte, pues con la experiencia vivida sentí  dolor, y  malestar físico. Pero le doy razón cuando hace alusión que me baso solo al recuerdo, y me centro en la familia.  También amplia más mis horizontes para poder abordarlo desde otros aspectos. Así como me lo ha mencionado otro compañero, el cual quiero también  citarlo literalmente pues fue de gran ayuda como el  anterior:

“Tu tema sobre el dolor emocional desde los modos en que los piensas abordar, a mi criterio, no responden a la herramienta fenomenológica, en el sentido de que Tú traerás a tu memoria el momento en que te despediste de tu familia, pero eso ¿cómo lo podrás revivir? únicamente apelando a tu memoria emocional e intelectiva, pero como se nos ha explicado, es necesario hacer fenomenología de una vivencia reciente. Por tanto, solo te sugeriría que busques otras experiencias pero recientes que permitan describir con frescura lo que has vivido.”

Teniendo presente el comentario, mi tema sobre el dolor emocional no responde mucho a la herramienta fenomenológica.  El según el análisis  de las experiencias  que realice, traigo a mi memoria  momentos con mi familia (nuevamente). El comentario me recuerda que es necesario que deba hacer fenomenología de una vivencia actual. Por esa razón   tratare de buscar  otras experiencias recientes que me causen dolor emocional, pero sin descuidar las que he ido mencionando. Puesto que en verdad en algún momento causaron en mí dolor.


Concluyo diciendo; que desde mi vivencia el dolor emocional son cambios de estados, tanto físicos, como emocional, valga la redundancia. Físicos porqué, pues originan   un  dolor en el pecho; como si fuera un golpe que he llegado  a recibir, falta de oxigeno, sudaderas en las manos y  estas también tiemblan, que luego pasaría también  a temblar  las piernas. Eso es en lo físico.  También en lo sentimental, y esto se ve cuando de un estado   de ánimo equilibrado, paso  a la  tristeza y añoranza.

2 comentarios:

  1. No deja de sonarme exagerado lo del dolor por el recuerdo, cuando no hay más que añoranza o nostalgia, cuando solo hay un extrañar, por muy fuerte que sea, a personas que (en esta época en particular) están al alcance de una llamada, de un mensaje de texto o por redes. Diferente sería el duelo, por ejemplo. Tampoco comprendo mucho la precisión de que enfocás el dolor "emocional". ¿Hay dolor que no lo sea? ¿De qué estás distinguiendo el dolor, tal vez del de un golpe o una herida, por ejemplo? Pero si te fijás en los propios términos de tu descripción, hacés hincapié en lo físico precisamente, y solo mencionás (no describís) lo anímico.

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  2. Quizá te ayude un poco, yo siento que el dolor emocional .puede ser así te sucede un acontecimiento no muy agradable y piensas en el todo el día y tratando de reconstruir lo que te causo ese dolor, lo que pude comprender es que te basaste más en el dolor fisco para tus experiencias y no en aquello que surge desde dentro

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