lunes, 5 de mayo de 2014

CONVERSACIÓN
Felipe Miranda Castillo
Estaba pensando qué era conversar y descubrir cuáles son los elementos que componen una conversación, cuando de pronto vi a un amigo que estaba hablando con dos mujeres, parecía que estaban disfrutando el momento, entonces me acerqué, los saludé y empecé a hablar cosas triviales o comunes, que tenían relación con lo que ellas y él hablaban. Para ser preciso, felicitaban al hermano por su cumpleaños y yo me uní a su festejo, nos reíamos, nos hicimos unas preguntas los unos a los otros para conocernos más. Como éramos cinco personas, por momentos, había un intercambio de palabras entre dos o tres, parecía que cuando intercambiamos pensamientos de este modo, la interacción era un poco más personalizada. De vez en cuando, alguien hablaba a todo el grupo de los que estábamos ahí y los demás lo escuchaban con atención, por lo general, eran especies de chistes o frases que provocaban a la risa. Se sentía que había empatía entre los que estábamos sentados a la mesa. También, me di cuenta que no nos unía la bebida o merienda que compartíamos, sino el hecho que querer vernos y escucharnos. Es decir, estar por un momento juntos y que éste fuera agradable. 

Algunos rasgos que identifiqué respecto de esta experiencia, son los siguientes: al llegar inicié con un saludo, pedí permiso de una forma sutil para que no sintieran que me estaba entrometiendo en su conversación, o en otras palabras, trate de encontrar algo en común entre ellos y yo. Realmente, me es difícil determinar cuándo fue que ellos me aceptaron en el compartimiento que estaban realizando (esto lo intuí inmediatamente, pues era evidente), creo que por las experiencias anteriores de aceptación-rechazo, me percaté que me habían permitido continuar en este intercambio de ideas y sentimientos empáticos. También, a pesar que en la medida que avanzaba la conversación se cambiaba de temas, estos siempre convergían, tenían algo en común (el mismo sentido, el mismo lenguaje, incluso parecía que el mismo sentir, el deseo de estar juntos), de modo que cada uno podía emitir su opinión con espontaneidad y libertad. Por último, llegué a sentir que no tenía más nada que decir o compartir, tal vez, creí que era el momento apropiado para  retirarme, pues ya llevaba bastante tiempo en esta conversación y también tenía que hacer otras cosas. Entonces me despedí y les agradecí por haberme brindado la oportunidad de  compartir con ellos.


Puedo concluir, que al imaginarme otros momentos en los que me he comunicado, no se han dado de esta misma forma, en algunos he discutido, trato de defender mi opinión, en otras, ha habido  preguntas  y la información que se comunica es como una justificación de lo que pienso y siento y hago, probablemente, se alcance una conclusión que une o separa, lo ideal es unifique, pero esto es secundario, a este tipo de comunicación lo considero diálogo. Además, hay momentos donde sólo se da una información ya sea detallada o precisa y nada más. Hay otras formas como la disertación de un tema específico. Sin embargo, todas estas formas que he mencionado las considero diferente a una conversación.

2 comentarios:

  1. Me gusto mucho que utilizaras términos como empatía, disfrutar, sentir, etc. También René en su descripción habla de la confianza y la alegría.

    La conversación tiene ese tópico de ser agradable, en ella se da una forma de unión entre las personas y me parece bien que dijeras “ellos me aceptaron” para describir la experiencia, puesto que en la conversación nos sentimos aceptados de cierto modo.

    Estoy de acuerdo en lo de tener un “mismo sentir”, cuando he sostenido conversaciones se ha dado ese compartir, no solo se comparte la palabra, se comparten, como decís, las risas y creo que sí, se comparten de forma intima los sentimientos.

    Aunque habría que saber si la experiencia de la conversación unifica tanto a las personas y si el compartir el mismo sentir, sigue siendo conversación o puede ser descrito como algo más.

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  2. Buen esfuerzo (y buen comentario también). La conversación es un modo del estar juntos. Se lleva a cabo por medio de la palabra, pero lo que se dice nos es tan fundamental como parece. Al menos en este tipo de conversaciones sociales en que se comparte. No es el único tipo, como mencionás. También hay conversaciones desagradables que separan, que enemistan incluso. ¿Por qué no llamarles conversaciones también?

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