El
Sabor del Tomate
Henry
Geovanni Organíz Hichos
Tomé la decisión de hablar y
experimentar acerca del sabor del tomate, en específico. Éste tomate que tomo está crudo en un estado
natural, o sea está fresco, tal vez no
recién cortado de la mata, pero se podría decir que está fresco.
Bueno, tomé el tomate
más rojo y uno con diferente color, me dirigí al jardín de la casa, me senté en
la grama para concentrarme mejor, para identificar el sabor de ambos tomates,
pero no encontré ninguna diferencia.
Comencé a comer y a saborear el tomate. Me encontré
poco a poco con el sabor dulce, pero a
la vez, algo ácido fuerte. Al ir saboreando
y buscando el sabor a éste tomate crudo, podría decir que el tomate se
puede dividir en dos sabores diferentes, en que se distingue el sabor de la
carnaza y la del centro donde están las semillas.
El sabor de la
carnaza es mucho más dulce, no es tan ácida. El sabor de la parte de la semilla
es mucho más notorio y fuerte lo agrio. Se parece como al sabor del
vinagre. Todo esto me hace recordar unas
comidas hechas de hierbas cocidas con tomate, sin ningún tipo de sabor, a
excepción de la sal. Esto lo hacía mi mamá en la casa.
Siento que vuelvo al mismo
sabor, una y otra vez, cuando como y trato de sentir el sabor de uno y otro tomate.
Siempre se me presenta el sabor amargo, ácido-dulce, lo agrio, pero siento y me
digo que son los sabores naturales del tomate.
Pero también resalta la
sensación y la reacción del cuerpo, eso quiere decir que el cuerpo reacciona a
los sabores. No tengo palabras para describirla, pero que el sabor ocasiona
reacciona es cierto.
Considero que has hecho un esfuerzo para describir los sabores del tomate y poder plasmarlos en la pantalla, y contarnos de tal forma lo que significó para vos dicha experiencia.
ResponderBorrarAl releer tu descripción sobre este sabor, me surgieron algunas preguntas:
Primero, ¿Cuáles son esas cualidades que te hacen intuir la frescura que vos percibís del tomate?
Con esto, creo que debes especificar más la experiencia vivida, o sea, la interacción entre el polo yo, y el objeto. Porque de un primer momento puedo apreciar a través de lo leído, una narración que has hecho describiendo algunas cosas de las cuales “asumo que has asumido”, que el lector debería de saber, olvidando así que la experiencia la has vivido solamente vos. Como por ejemplo, ¿de qué color era el otro tomate con el que comparaste al “tomate rojo”? ¿Qué es la carnaza? Para mí, la carnaza es lo de adentro.
Como sugerencia, hubiera enriquecido la experiencia una comparación entre tomate crudo y tomate cocinado.
Además, con este ejercicio hubieras intentado ahondar con más claridad la sensación que tuviste al degustar el tomate, pues me he perdido un poco al leer las características del sabor que encontraste. Por ejemplo, cuando expresaste: “es dulce y poco ácido”, después “dulce y no tan ácido”, y por último un “¿sabor «notorio» agrio?”. ¿Se puede ver el sabor?
Por último, considero que lo ácido y lo dulce pueden darse a la vez, lo agrio también pueda que sí, pero lo amargo creo que difícilmente puede darse junto con lo dulce. Si me he equivocado, en este caso tendrías que haber especificado que sabor tiene lo amargo.
En fin, ¿Desde tu percepción podríamos concluir que un tomate es agridulce? Por lo demás creo que me parece bien, solo que debes de trabajar más la zona del gusto para detectar mejor los sabores. Gracias.
Buen esfuerzo de descripción del sabor del objeto. Como balance hizo falta insistir en el saborear mismo (polo subjetivo). Ojo con la puntuación.
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ResponderBorrarInteresante descripción, Henry. Me llama la atención cuando decís que el tomate está fresco y crudo. Esto es importante porque de otra manera, cambiaría el sabor del tomate, aunque eso solo lo podríamos saber si probamos un tomate cocido y no tan fresco.
ResponderBorrarSe nota que hiciste un gran esfuerzo para describir el sabor del tomate. No me había percatado de que el tomate tiene varios sabores. Vos decís ácido y agridulce. Esto me llama la atención, porque yo muchas veces he probado el tomate combinado con sal y limón, por lo que no he percibido el sabor real de el tomate en las ensaladas.
Ah y algo que casi se me pasa por alto. ¿De que color era el otro tomate? Vos decir que uno era rojo y el otro de otro color. ¿Qué tanto influirá el color en el sabor del tomate? ¿O será que son nuestros ojos los que nos sugieren que el tomate de color pálido no es sabroso cuando es el mismo?
Sin embargo me quedó una duda. Vos dijiste que las semillas del tomate tienen un sabor parecido al vinagre. El problema es que si uno no conoce el sabor del vinagre, no podrá saber cual es ese sabor.
Tu experimento me ha exhortado a ser mas cuidadoso con los sabores. A veces nos acostumbramos a que el tomate sabe a tomate, pero nada más. Esto no es una crítica destructiva, son simplemente dudas que me surgieron y que quise compartir.
Otro aspecto que me llama la atención, es que tomaste dos tomates y no te rendiste al no encontrar como describir el tomate a a la primera vez. Veo que combinaste el sentido del gusto con el de la vista, pues te llamó la atención el tomate rojo.
Para terminar, se ve que pusiste mucho empeño en hacer este ejercicio a tal punto que percibiste que el sabor del tomate provocó una reacción en tu cuerpo. Y sobre todo cuando leí que no tenés palabras para describirlo, se nota que el ejercicio cumplió su objetivo porque pensaste. Como dice el Padre Lorenzo: Si no saben que escribir es buena señal, porque quiere decir que están pensando.