lunes, 17 de marzo de 2014

EL TACTO DE MI ROSTRO



Por: José Abac

El haber tenido la experiencia de tacto consigo mismo, ha resultado provechoso para ahondar en el contenido que nos ofrece “la praxis fenomenológica de Husserl”. Siendo  específicos, la experiencia fue con el tacto de mi propio rostro.  Antes de iniciar la experiencia busque estar en un lugar tranquilo y en silencio. 

Al acercar los dedos de la mano derecha en el rostro suavemente, -con delicadeza- comencé a experimentar un cosquilleo en la piel del rostro que se conectaba con lo frío que estaban las puntas de los dedos de la mano derecha. Conforme seguí frotando, pude palpar las diferentes partes de mi rostro. Algunas son duras como la madera aunque se diferencia en que la superficie es acolchonada y blanda. Hay partes en donde lo acolchonado y blando es más profundo y el cosquilleo va disminuyendo, en cambio, en la superficie un poco más consistente es lo contrario. 

Interiormente fue brotando la sensación de serenidad que me llevaba a vivir con mayor gusto la experiencia. Los dedos comenzaron a calentarse poco a poco. Eso me hacía experimentar que el cosquilleo se iba convirtiendo en una especie de energía que entraba por los poros de los dedos e iba bajando en la mano y en todo el brazo, se podría comparar con el hecho de que a uno le caiga agua fría en una parte del cuerpo y luego se va sintiendo el frío en el resto. Al ir delineando las curvas de mí rostro me iba imaginando la forma de mi cara, como que si estuviera viéndola por un espejo. Con ello, me percate que la piel de mi rostro tiene partes porosas que tiende a parecerse a la experiencia de frotar una naranja y otras lisas como cuando uno frota el jabón de baño.

Un aspecto que fue apareciendo, es que la piel de mi rostro tendía a ser un tanto grasosa y húmeda, en cambio, los dedos estaban lisos y más bien se iban apropiando de la humedad y grasa de la piel de mi rostro. Finalmente puedo decir que la sensación culmen es la armonía que fui experimentando, que me llevaba a sentirme tranquilo y muy consciente de mí mismo.

7 comentarios:

  1. Me parece que tuvo una experiencia bastante interesante. Normalmente a la mayoría de las personas del común, ni siquiera se nos ocurre intentar probar una experiencia en este estilo. Nos afanan muchas cosas que ni siquiera lo pensamos. Hay otras cosas que nos parecen más importantes. Pero cuando se da la oportunidad experimentar algo como esto, uno se da cuenta que hay dentro de ello una serie de cosas que llaman la atención. Este fue mi caso en el ejercicio que realicé. Creo que coincidimos en ello ¿no lo cree? Claro nosotros lo hicimos por cuestiones académicas. Pero sería encantador si lo hiciéramos de vez en cuando y con una diversidad de tipos de experiencias.

    Ahora bien, me parece que su experiencia fue con ambos tactos, es decir con el de su mano y el de su rostro. Y no solo con el de su rostro con usted indica. Ahora le pregunto ¿La experiencia fue solo con el tacto de su rostro o también el de sus manos? Pregunto esto porque habla de ambos, pero no lo menciona claramente. Ello se puede ver bastante claro en el segundo párrafo y en el último, como también y en otras partes del escrito pero no tan especifico. Hay también en su trabajo unos cuantos errores, uno bien claro de puntuación y otros de tildado. Por ejemplo en el tercer párrafo después del primer punto y seguido hay una oración demasiado grande la cual pudo acortar con un punto y seguido. Como de igual forma un dedazo con una letra de más en la parte inicial.

    Me parece que ha usado en su escrito la terminología adecuada para que sea entendible. Nada de conceptos abstractos o algo parecido. Hace en su escrito buenas asociaciones, uso de metáforas que dan realce a su trabajo, hay buenas comparaciones. Se puede ver claramente que realizó la epojé con sumo cuidado. En general un trabajo bien hecho. Con las precauciones debidas en la redacción.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Coincido con Wilfredo en la necesidad de atender más a lo que sienten los dedos. La peculiaridad de tocarse uno mismo es que uno toca y es tocado...

      Borrar
  2. Me parece muy interesante, esta experiencia .Estimado compañero se le nota que tuvo una bonita experiencia fenomenológica basado Husserl.En lo cual se te nota que si puso todo de su empeño en los pasos que se pedía .Al tener esta experiencia con su bello rostro nos lleva a una gran profundidad del ser humano y a una gran contemplación en lo que uno descubre cosas que no se imagina. Conocerse así mismo es una de las bases fundamentales del ser humano,es algo importante para poderse superar en la vida .Es una bonita experiencia,en lo cual a mi en lo personal me llama la atención y voy hacerlo esta experiencia. De las cosas insignificante nos puede llevar a cosas grandes a una profundidad que aveces uno ni por la mente le pase tal es el caso de santa Teresita del Niño Jesús que con cosas pequeñas le llevo a la santidad.Su escrito esta bien comprensivo y fácil de entender animo amigo a mi punto de vista es un excelente trabajo.

    ResponderBorrar
  3. Creo que ya está de más seguirte echando flores con las que ya te echaron, pues es un excelente análisis. Ahora yo pensaba; quizá los actos tanto el de retención como el de protensión sean mas de la mente, aunque también pudieron haberse agregado a este ejercicio fenomenológico, pues al momento que tu mano recorría tu piel, me imagino que hubo un recuerdo recién pasado, como por ejemplo el de la sensación que sentiste anteriormente en la parte de tu rostro que recién habías tocado.

    también me imagino que sucedió la protensión, como cuando tocabas tu piel lo hacías con un cierto recorrido, como si iniciaste de una parte y te dirigías hacia otra, por ejemplo si tocaste una parte de tu rostro, sabías que parte era la que seguía según el destino que llevaba tu mano.

    se me ocurría que hubiera estado un poco mas excelente de lo que ya has expuesto, que es muy buen trabajo; de tu experiencia si hubieras agregado estos pasos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Buen punto este de la protensión y la retención del tacto. Una pregunta ulterior a investigar sería en qué se diferencias de las del oído u otros sentidos.

      Borrar
  4. Serenidad, armonía, tranquilidad, imaginación (al tocarse) como de verse por el espejo... se siente un poco forzado, no tan fiel. Ciertamente distraen la sensación básica del tacto propio: el cosquilleo, por el lado de la cara, ¿pero y los dedos, qué sienten, solo la húmedad y la grasa?... Buen intento, igual.

    ResponderBorrar
  5. Es importante valorar el trabajo que has hecho sobre todo, querer y poder explicar a rasgos muy sobresalientes la experiencia fenomenológica del tacto y sobre todo el tacto de sí mismo: “el rostro” en este caso es la parte del cuerpo, que estudio y experimento José.
    Es muy bueno que hayas resaltado de ultimo el aspecto de tu rostro y sobre todo lo de la mano, estos dos elementos en algún momento también lo he experimentado pero nunca le prestaba atención, también es interesante resaltar ambas reacciones del cuerpo tanto del rostro como el de la mano; es decir, que no solo ambos elementos usados sentía las diferentes reacciones, sino, también el cuerpo completo siente o reacciona a tal experiencia.
    Me surge la pregunta si ¿la mano toca el rostro, o el rostro toca a la mano?, bueno creo que ambas partes del cuerpo tienen diferentes experiencias o reacciones, haciendo el ejercicio me doy cuenta de que es impresionante el resultado que se da, es cierto cuesta expresar lo que se siente, no se encuentran palabras para decirlo.
    A mi punto de vista sería interesante hacer el experimento viéndose al espejo, con la salvedad de que el tacto hable sobre la experiencia, como comparar un poco lo que se ve con lo que se siente.
    Muy buen trabajo, considero que se abarco y tomaste al pie de la letra los pasos de la experiencia fenomenológica que presenta Husserl.

    ResponderBorrar