Al
realizar este ejercicio, primero que todo me dirigí hacía el lugar donde iba a formalizar
mi análisis. El lugar donde me situé está en la parte exterior de la casa, para
ser más específico me coloque en unas gradas que están justo a la orilla de la
cancha de la casa que habitó. Asimismo, cerca de donde me encontraba están algunas
empresas que realizan elaboración de plásticos y cosas alimentarias, por lo que
el ambiente a veces se encuentra saturado de olores. En este caso opte por la fábrica
que produce condimentos. Seguidamente de haber decidido en que orientarme,
dedique algunos minutos para relajarme y ponerle mente a lo que iba a realizar.
Primeramente
realice varios ejercicios de respiración para poder captar los olores que
estaban en mi entorno. Habiendo realizado algunas respiraciones pude diferenciar
varios olores entre ellos, olor a carne asada, el olor que deseaba que era como
a condimento y el olor del corozo que anteriormente había respirado, el cual se
quedó impregnado en mi memoria y por ende en la nariz. Luego de distinguir los
diferentes olores, me enfoque solo en lo que era de mi interés, el olor a
condimento que procedía de la fábrica cercana.
El
olor a condimento que percibí puedo detallarlo con las siguientes características:
era un olor fuerte y pronunciado o sea que sobresalía entre los demás olores,
por eso se me hizo fácil la percepción. El olor además de fuerte era como a
chile porque en varias ocasiones había aspirado
chileros, que obviamente es el olor característico designado como “picante”,
por lo que asumo que uno de los componentes principales de ese condimento que
inhale era el chile.
Algo
interesante al momento de respirar ese olor, es que al tiempo de estarlo
percibiendo con intensidad (respiraciones profundas), se vuelve incómodo y al
mismo tiempo me ocasionó que estornudara un par de veces. También produjo en mí
una sensación de salivación inusual, pues tenía como chirre la saliva, es decir
ligera. Con esta sensación pude observar que ambos sentidos (olor, y gusto), se
conectaron aunque lo evitara, era imposible solo poner en práctica el olfato. Por
otro lado, además del olor picante, pude percibir un olor como a vinagre y al
mismo tiempo asemeje los olores percibidos a la tonalidad del color verde. Me imagino
que esta comparación vino a mi mente, por el color característico del chile (en
la mayoría de los casos), y porque es lo que más resalta en los chileros cuando
están en la mesa.
Finalmente
después de pasar varios minutos oliendo condimentos, me dio una sensación de
hambre por lo que le puse fin yendo hacer una pequeña refacción, pues el usar solamente
la nariz, no pone al estómago feliz.