miércoles, 22 de abril de 2015



Experiencia Fenomenológica de mi experiencia pre operatoria.
Situación: Operación de la vesícula programada desde hace dos meses y pospuesta una vez.
El día Lunes 13 de Abril me dirigí hacia la antigua, me toco ir solo, llegué a la Antigua como a las siete de la noche, mientras caminaba hacia el hospital, dormí temprano.
El día 14 de abril me desperté muy de mañana, a las 5 am debía estar en la sala de espera, llegue, me senté y aún no habían abierto  las puertas del hospital, mientras estaba sentado rezaba para que todo saliera bien, mientras miraba entrar a las enfermeras, me puse inquieto, llevaba una hora esperando y entonces me puse de pie, comencé a caminar a lo largo del pasillo y me di cuenta que tenía Largas las uñas, empecé a “comérmelas”.
Seguía caminando mientras el pasillo se ponía cada vez más lleno, tenía todos los papeles en mi mano y estos a causa de la sudoración, se deterioraron un poco.
llegó el momento en que llamaron a todos los pacientes, nos sentaron en un lugar especial mientras iban llamando uno a uno según el caso de gravedad de la intervención , me acerque a la puerta y después de que la enfermera me hiciese unas preguntas, me dio un lugar junto a la puerta, el primer puesto. Mientras llamaban ocurrió que llamaron a un tal victoriano, mientras escuche Víctor…. me conmoví, mi corazón palpitó un poco más fuerte, mis ojos se saltaron un poco y sentí la misma sensación de la primera experiencia, como si bajara por un ascensor.
En ese momento, tome conciencia de la situación, llame a Nicaragua y dije a mi mamá que estaba a punto de ingresar al quirófano, ella hizo una oración y me dijo todo va a salir bien, yo dije sí, pero no estaba convencido, cuando estaba adentro, me invitaron a sentarme y a tranquilizarme un poco, eran las 8:30 de la mañana, observe a otros pacientes en bata y siendo canalizados, en ese momento dije, bueno llegó la ora, una enfermera y me entrego una bata, después de que me la puse entregué todas mis cosas, estaba en manos de los doctores, sentí como que había sido despojado de mi voluntad, desde ese momento hice exactamente lo que ellos me decían, me sentía como un niño, como una especie de títere que llevan para todos lados, pero estaba concientes, sabía lo que me iba a pasar, por un momento cuando estaba en la puerta del quirófano, me pregunte, ¿será que esto sintió Jesús?.
Cuando entre al quirófano, estaba un Doctor y dos enfermeras, me paso algo extraño, empecé a sonreír, y a platicar a las tres personas, les contaba de mi vida, de lo que hacía, de mis estudios, mi vida religiosa, estaba helado, y como adormecido, no era concientes de lo que estaba haciendo, simplemente me deje llevar y después de que me ataron los brazos y me pusieran las ventosas para rastrear mis signos vitales, mire al techo, mi mente estaba en blanco, solo esperando, no sabía qué hacer, un segundo después, mi vista se estaba nublando y dije adiós, una enfermera se me acercó y me dijo, no adiós no, hasta pronto.
El doctor me dijo que respirara, lo hice una vez y entonces hice una oración, no la recuerdo, no sé qué dije o en que pensé en ese momento, el doctor dijo respira hondo, entonces, cerré los ojos e inhale.

6 comentarios:

  1. Buena descripción de las ansiedades preoperatorios. Dos puntos que me parecen importantes. Uno, lo de tu inseguridad acerca del resultado de la operación ("no estaba convencido"). El otro, la vulnerabilidad vivida (entregaste todas tu cosas, quedaste en manos de otros, como un niño, como títere...). ¿Qué dice esto respecto de la estructura general de la vivencia del miedo?

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  2. según lo comentado hoy... el miedo hasta cierto punto es como un mecanismo de defensa para ponernos alerta frente a una situación que trunque nuestra seguridad física o psíquica, dicho de otro modo alerta frente a la incapacidad de prevenir que nos despojen de nuestra integridad, seguridad, e incluso de nuestras posesiones.

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  3. "Mecanismo de defensa" es la típica expresión científica (tal vez de la etología). En lugar de "mecanismo", la fenomenología habla de estructura. "Defensa" sería en todo caso el nombre del conjunto conformado por la aparición de lo temible y la reacción consecuente. Lo de la "seguridad física o psíquica", ¿de que parte de la vivencia sale?

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  4. Me llaman la atención un par de elementos de tus descripciones, el hecho de no sentirse convencido de algo, eso considero es básico en la estructura del miedo, la incertidumbre ante algo amenazante a tu persona. Sobre lo de la sensación de un elevador, eso también me parece interesante debido a que se asemeja con perder la estabilidad, perder el suelo, que te quiten tu punto de apoyo y seguridad. También creo que cuando mencionar que sentías que perdías tu voluntad y que te abandonaste en las manos de otros, me inquieta un poco la percepción de lo que mencionas porque considero que aunque mencionas que no estabas consciente si lo estabas y ese perder la voluntad no lo es del todo ¿o acaso no podías decir que no te operabas? aunque el resultado fuese la muerte si no lo hacías fue tu voluntad la que te llevo a tomar la decisión de hacerlo.

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  5. Comentario de Venancio: Me parece interesante la descripción que realizaste y considero que puede ser la estructura del miedo pero un detalle que me hizo dudar, cuando te invitaron a tranquilizarte como sentiste te ayudo y te puso peor.

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  6. He tratado de identificar elementos que van hilados en tu experiencia, a mi parecer mucho habla de la estructura general del miedo en tu descripción, aunque lo has manifestado como si fueran elementos de segundo plano.

    Hallo mucha conexión en la vulnerabilidad y la conciencia, considero que lo que realmente estabas experimentando era la conciencia de que somos seres vulnerables, que hay cosas y situaciones de la vida que se nos escapan de la capacidad que tenemos de controlar ciertas realidades y apropiarnos de ello para obtener seguridad.

    Lo que se despierta en nosotros es esa necesidad de defendernos ante aquellas realidades que amenazan nuestras seguridades y/o nuestra convicción de que podemos controlar todo a nuestro al rededor. Pero la reacción ante la búsqueda de defensa es la que varía, o surge en nosotros el impulso luchador para hacer frente a cualquier amenaza o simplemente nos envuelve la resignación, con la cual cedemos ante aquello que simplemente escapa de nuestro control. Es en ésta última situación donde se experimenta el sentirse "...como un niño, como un títere".

    El miedo, en cierta forma, es el que suscita la defensa o no de nuestra persona ante las amenazas que podemos experimentar de realidades que escapan de nuestra capacidad de control.

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