miércoles, 15 de abril de 2015


TEMA: ¿Que es el deseo?

EXPERIENCIA VIVIDA.

Mi experiencia fue de dos maneras para lograr una diferencia entre ellas: Teniendo la papaya delante de mí (sobre la mesa) del comedor de la casa,  imaginándome los pedazos de papaya sobre una mesa en la calle y al alguien comiendo y disfrutando.

En el comedor a la hora del almuerzo del día jueves, a la una y media, llegue a la mesa con hambre y comí. Después de comer, casi por terminar pasaron la papaya a la mesa y se me dio el deseo de comer; sin embargo, en ese momento me privé de ella y  es un alimento que me gusta. En ese instante me quedé observando  a los demás que estaban saboreando la papaya, en seguida, sentía que tenía en mi interior una sensación que fluía que me decía come y me inducía a comer una porción de papaya y me aguanté.

Después de un buen rato me di cuenta de que no la necesitaba porque estaba saciado y no era por hambre sino simplemente porque me gustaba. Seguía haciendo el ejercicio, terminaron de comer la papaya y no quedo nada, se me fue reduciendo el deseo hasta que nos levantamos de la mesa. De repente se me desapareció el deseo de comerla.

A las cuatro y media de la tarde del día jueves estaba en el cuarto, dejé un tiempo para imaginar la papaya sobre la mesa y   alguien comiendo. Pero traté de no ver la misma  papaya del cual hice la experiencia anteriormente sino que en un lugar diferente  donde están pasando mucha gente y comiendo cosas diferentes, claro,  algunos disfrutando la papaya que llevaba en una bolsita. Lo interesante es, que no se me despertó el mismo deseo de la primera experiencia, sentía que faltaba la presencia real de la papaya que me produzca las ganas de comer.

Entrando en el aspecto de las variaciones de objetos de la experiencia, decidí experimentar una vivencia siempre en el almuerzo de día martes a la una de la tarde con quince minutos. En la hora del almuerzo siempre se acostumbra en algunas veces comer piña después de la comida, en este día con el objetivo de complementar mi trabajo sobre el deseo. El único problema es que a mí no mucho me gusta la piña por el recuerdo que he tenido en algunas veces que la piña no son tan dulces, y que de alguna forma me hace daño la lengua cuando esta ácida y que después me cuesta comer, porque no sentía el sabor de la comida, cualquiera que sea. Desde esta experiencia puedo afirmar que para que el deseo ocurra tiene que haber un gusto hacia la comida, en este caso, para sentir un deseo especial me tendría que  gustar la piña y otro elemento importante es que tiene que haber una experiencia agradable para motivar el deseo, claro, quizás no de todas las comida. Por el momento no puedo afirmar completamente porque pueda ser que no sea así. Sin embargo, de la experiencia vivida hacia estas dos comidas: la papaya y la piña, si puedo decir que influye mucho el sabor y la higiene de los alimentos, por lo menos eso lo que pude percibir en mi experiencia con la papaya.  De lo que si me di cuenta con la piña, me afecto completamente el recordar que en algunas veces que he comido  salen ácidas y en  este momento teniendo  enfrente ni siquiera se me ocurrió probar si esta dulce o no, aunque, la piña se miraba buena pero la idea o la experiencia que tenía no es agradable. A mi parecer aparte de los elementos mencionados resalta mucho en mi experiencia lo agradable en el sentido del sabor. En conclusión mi experiencia es completamente distinta en el sentido de las sensaciones causadas por los alimentos del cual hice el experimento y la respuesta es totalmente contraria porque en la primera experiencia pude experimentar el deseo y en la otra no más bien sentí que rechacé completamente.

3 comentarios:

  1. Son tres descripciones en realidad. Buen trabajo, aunque la tercera se hace difícil comprender completamente por la redacción...

    Cuando decís que una sensación te fluía, te decía e inducía, podés ser más preciso: ¿de dónde a dónde va ese fluir?, ¿cómo dice algo una sensación? --obviamente no con palabras, ¿en qué sentido es una decir?

    ¿Es regla general, creés, que el objeto del deseo que solo se imagina no despierta para nada el deseo?

    La tercera experiencia, hasta donde entiendo, comprueba una cierta identidad o copertenencia entre gusto y deseo, tal que no se desea lo que no da gusto, que es algo así como un placer. Me pregunto si siempre, necesariamente (es decir, esencialmente), van juntos gusto y deseo.

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  2. en tus experiencias del deseo me parece interesante porque cuando uno desea algo es porque le gusta no puedes desear si no te gusta y también uno tiene que sentir agradable de su deseo porque el deseo no es igual que el gusto como decía amilcar el deseo es algo que da un placer un sentir todo del tu descripción, me llama mucha la atención, porque yo he tenido experiencia desear algo y que me da gusto.

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  3. Tu trabajo sobre el deseo, es bastante aterrizado en cuanto que el deseo parte del gusto por algo específico, que provoca la experiencia que ya comentabas, me parece importante destacar la importancia del reconocer que el deseo no es una sensación de algo, así mismo esto también tiene su fundamento por lo cual se puede generalizar las reacciones que provoca dicho deseo con otros tipos de deseos.

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