lunes, 27 de abril de 2015


Descripción de mentira:
La mentira: si la persona tiene buena conciencia, la viva con zozobra, con miedo a que la descubran, causando tristeza en el camino en que la dice, y temor hacer descubierta y si uno es buen cristiano, con temor por a ver ofendido a Dios o al prójimo. Con la mentira nos hace más daño a nosotros mismos y a la sociedad, la mentira es una fuente de inseguridad y el que la dice vive en un temor continuo de ser descubierto, la mentira daña al oyente, causa un estado de temor y sus frutos son indecibles.

Los elementos esenciales de mentira:
El primer elemento es defender el interés y egoísmo de la persona que la dice, sin importarle el daño el daño que produzca en los que la oyen.
Segundo elementos: será más o menos dañina según las personas que la oyen.
Tercer elemento: puede causar pérdida de los valores intelectuales, religioso, y morales haciendo un grave daño a los oyentes.

Experiencia
Cuando es descubierta la mentira apareciendo la verdad produce efectos fatales: como la pérdida la conciencia del respeto a la autoridad y a los semejantes causando a los más graves daños, muy difícil de ser reparados.
El mentiroso se pierde todo respeto tanto a la persona a sus afirmaciones y a sus hechos, y si algunas veces dice la verdad ya no se le cree, pues por la pérdida de los valores.
      


jueves, 23 de abril de 2015

Segunda vivencia del silencio: Sala comunitaria

Segunda vivencia del silencio
Oscar Ramírez

Lugar: sala comunitaria.
Seminario Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, 12 calle 1- 61, Zona 1, Ciudad de Guatemala.  

Decisión: elegí este lugar, porque en una ocasión que llegué a las diez de la noche  percibí que  era bastante tranquilo y los ruidos externos eran menos que en otras áreas de la casa.

Vivencia: realicé la vivencia el miércoles 22 de abril, de 9:03 pm a 10:35 pm, es decir hora y media.
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Llegué a la sala y verifiqué que no había nadie viendo televisión ni leyendo el periódico, etc. entonces, coloqué un cartel en la puerta, con la siguiente leyenda: “experiencia de silencio, favor no entrar”, para evitar que algún compañero o sacerdote interrumpiera mi experiencia.
Mire el reloj, eran las 9:03 pm, me quité los zapatos para estar cómodo, busqué un sillón y me senté, respiré  y exhalé tres veces de manera profunda para poder concentrarme mejor.  Sentía  palpitar mi corazón, mi abdomen se contraía por la respiración. Poco a poco sentí que me iba relajando. El ambiente era tranquilo, sentía paz a mí alrededor, no sentía prisa por nada. Al principio no escuché nada, pero si oía algunos ruidos, sin entender qué eran. Como a los diez minutos de la experiencia, empecé a distinguir algunas voces, por su tono supe que eran de los compañeros, pero no escuchaba que decían, tampoco hice el esfuerzo para escuchar, no quería forzarme, sino dejar que todo fuera paso a paso. En un momento me di cuenta que estaba pensando en la tareas, en mi familia, etc. y me concentré nuevamente en la experiencia.

Empecé a escuchar el ruido (posiblemente) de un camión, los vidrios de las ventanas temblaron (es normal en esa sala), y sentí que mi cuerpo se estremeció en ese momento. Cuando me percaté estaba pensando en el (primer) temblor que viví en la capital (2012), nuevamente, regresé a mi vivencia. Después de ese ruido vino un momento de tranquilidad, mi cuerpo estaba relajado, liviano y atento a lo que pasaba. Mis oídos se fueron agudizando cada vez más, en un momento distinguí la voz de un compañero del Propedéutico, que  pasaba por allí. De repente escucho el ruido de unos pasos en la planta de arriba y el temblor de la casa (es normal que si alguien camina fuerte en el segundo piso, en la sala se sienta el temblor). Ese ruido y temblor lo escuche en varias ocasiones y cuando eso sucedía, sentía como una energía recorría mi cuerpo y me estremecía, me sacaba de mi estado de tranquilidad y me ponía en alerta.

Mire el reloj y eran las 9:36 pm, decidí cambiarme de sillón, me senté por una esquina de la sala, seguí con la vivencia. Nuevamente pasó un camión, los vidrios se estremecieron y traté se seguir con mis oídos el ruido del camión, cuando ya no escuché el ruido pude sentir un vacío, fue un instante de quedarme como a la espera. Desde ese momento cuando escuchaba el mismo ruido trataba de seguirlo y sentía la misma experiencia, era algo así como si tienes una cosa en la mano y se te escapa de repente sin saber cómo, y sentía como esos segundos parecían eternos. También me di cuenta que, cuando seguía el sonido retenía el aire más tiempo.

A las 10:15 pm decidí acostarme en uno de los sillones. En algunos instantes no se escuchaba nada, de repente escuchaba el sonido de algún vehículo que pasaba por la calle. El ambiente que reinaba en la sala era de tranquilidad, calma, de sosiego.  Estar acostado me provocó sueño, así que, decidí sentarme nuevamente. Estaba con los ojos cerrados y empecé a pensar en lo que hice en la mañana, en el posible examen en la clase de Filosofía de la religión, y traté de volver nuevamente a la vivencia. Cuando tomé conciencia nuevamente de la vivencia, puedo darme cuenta que unos compañeros estaban hablando fuerte, cerca de la puerta de la sala. Seguí unos minutos más,  me levanté y miré el reloj eran las 10:35 pm. Decidí dar por terminaba la vivencia y me dirigí a mi habitación para escribir mis notas.

Variación imaginativa:
¿Será posible vivir el silencio a la misma hora en una discoteca? Considero que ni el ambiente es propicio, ni yo estaría en las condiciones para vivirlo. A pesar del esfuerzo, sería difícil por la cantidad de ruidos externos y porque mi cuerpo y mente estarían no estarían en la capacidad de concentración, mi atención estaría centrado en la música, las personas, bebidas, etc.

También me surgió la duda, aun en la misma sala, pero si llegaran mis compañeros u otras personas, y encendieran la televisión, escucharan música o simplemente hablaran y rieran. Aun así ¿podría vivir el silencio?  Considero que tampoco, porque para vivirlo se necesita tanto del lugar, como de la o las personas, ambos deben estar en las condiciones. El ambiente en lo posible debe proveer calma y quietud y la persona estar en la disposición de querer vivir el silencio.

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Después de vivir esta experiencia puedo decir, que el silencio es apertura a escuchar sonidos, voces, ruidos, etc., que regularmente oímos pero no los escuchamos, o  no les prestamos atención. El silencio necesita concentración del cuerpo y mente, porque ambos se agudizan ante los sonidos. El silencio interior es muy necesario, porque me pude dar cuenta, que si mi mente divaga, pierdo la verdadera vivencia del silencio, porque oigo pero no escucho nada. Cuando escuchaba los ruidos de los camiones que pasaban, también comprobé, que el silencio se vive mejor después del ruido, porque queda ese vacío, que aunque solo son unos segundos, se queda una experiencia de sosiego.


El silencio es un estado, que es estimulado por la mente y propiciado por el contexto que me rodea. En el caso de la sala, ésta propiciaba un ambiente de paz, tranquilidad y quietud. Mi cuerpo y mente estaban en la disposición de vivirlo. Fue una pausa en mi diario vivir, dejar a un lado las tareas, dejar de pensar en mi familia, en la muerte de mi hermano René, etc. Aunque tampoco se puede dejar de pensar, porque la mente no se queda quieta, si logré en la mayor parte concentrarme en mi vivencia, y darme cuenta de cómo mi cuerpo respondía y se agudizaba ante los sonidos. 

miércoles, 22 de abril de 2015



El día domingo de ramos, me propuse hacer mi experiencia de demonología partiendo de la utopía del reino, desde el seguimiento de la preparación de la gran fiesta esperada de la resurrección, está a partir del jueves hasta el sábado de gloria que saldrá la procesión del resucitado. En la cual observaré las reacciones emocionales y corporales, tomando en cuenta la relación con los hermanos y hermanas que estén junto a mí, para ver las reacciones de ellas también y estas relacionarlas con las mías.
El domingo de ramos me propuse el hacer la experiencia fenomenológica, a partir del trabajo en conjunto con la gente del sector que acompaño, unidos por la paz, durante los días jueves viernes y sábado específicamente en los momentos de la preparación a la espera de la resurrección, el día jueves llegué muy motivado con muchos deseos de ver la iglesia abierta, al estar fuera del templo lo primero que me vino a la imaginación es el ver al resucitado en su anda y la gran cantidad de personas acompañando y eso inmediatamente me dio alegría, tanto que llegó un hermano Luis y me dijo fray cómo está? Me quedé en un espacio donde aún seguía con  esos sentimientos y luego le dije ah sí hermano, muy bien solo pensando en la resurrección ya. 


Lo novedoso en ese momento que no me quedé con esas emociones o deseos, sino que aproveché a compartirlo con el hermano y al ver la reacción del hermano puede sentir más confianza y seguridad de lo que estaba pensando y viviendo en mí, así durante estos días fui sintiendo esa fuerte vivencia donde cada vez que éramos más los que se estaban uniendo para lograr realizar lo que habíamos organizado, me iba sintiendo con mucho ánimo y dentro de este estar pude percibir que el contacto con la gente me llenaba, me motivaba, ese deseo de ir haciendo cada vez más y más , porque hay dentro de mi algo como un vacío que necesita ser llenado pero no se logra, pero a la ves surge una gran esperanza que me motivaba a continuar, al ver las hermanas y hermanos que también se estaban gozando y pensando en vos alta sus emociones y alegrías, eso lo relacionaba con lo que estaba sintiendo  era igual. 


Estas mismas reacciones pude continuar sintiendo durante los tres días y el día de procesión con la anda del resucitado fue con mayor intensidad, por los gritos de la gente de alegría porque cristo había resucitado, una frase que resonaba en mi durante la procesión era cuando decían viva cristo rey, y estamos alegres porque cristo venció y su muerte no fue en vano, inmediato lo relacioné con todo el proceso de seguimiento que verdaderamente ha sido una utopía, donde vamos avanzando pero no llegamos a la meta, sim embargo vale la pena seguir luchando, con la esperanza de algo mejor cada día.


Conclusión, relacionando mis reacciones de alegría por la adrenalina que provoca el estar junto con la gente y ver la respuesta positiva de las mismas, provoca en mi escalofrió, pero a la ves el deseo de continuar animando y haciendo ver que si es posible el reino de Dios, que todo lo que estamos viviendo y sintiendo es parte de ese reino, pero que aún falta que hacer, cada día más y más, esto por la sensación que siento a veces de insatisfacción al ver que falta más por hacer, aun siendo consiente que es algo inagotable, que satisface y cada día hay en mi esa chispa de la utopía, pero también consiente que hay momentos donde se vuelven relevantes, allí con mayor intensidad hay ansiedad, deseos, de continuar y avanzar motivando a la gente con mucha fe y esperanza la importancia de continuar el camino.


Experiencia Fenomenológica de mi experiencia pre operatoria.
Situación: Operación de la vesícula programada desde hace dos meses y pospuesta una vez.
El día Lunes 13 de Abril me dirigí hacia la antigua, me toco ir solo, llegué a la Antigua como a las siete de la noche, mientras caminaba hacia el hospital, dormí temprano.
El día 14 de abril me desperté muy de mañana, a las 5 am debía estar en la sala de espera, llegue, me senté y aún no habían abierto  las puertas del hospital, mientras estaba sentado rezaba para que todo saliera bien, mientras miraba entrar a las enfermeras, me puse inquieto, llevaba una hora esperando y entonces me puse de pie, comencé a caminar a lo largo del pasillo y me di cuenta que tenía Largas las uñas, empecé a “comérmelas”.
Seguía caminando mientras el pasillo se ponía cada vez más lleno, tenía todos los papeles en mi mano y estos a causa de la sudoración, se deterioraron un poco.
llegó el momento en que llamaron a todos los pacientes, nos sentaron en un lugar especial mientras iban llamando uno a uno según el caso de gravedad de la intervención , me acerque a la puerta y después de que la enfermera me hiciese unas preguntas, me dio un lugar junto a la puerta, el primer puesto. Mientras llamaban ocurrió que llamaron a un tal victoriano, mientras escuche Víctor…. me conmoví, mi corazón palpitó un poco más fuerte, mis ojos se saltaron un poco y sentí la misma sensación de la primera experiencia, como si bajara por un ascensor.
En ese momento, tome conciencia de la situación, llame a Nicaragua y dije a mi mamá que estaba a punto de ingresar al quirófano, ella hizo una oración y me dijo todo va a salir bien, yo dije sí, pero no estaba convencido, cuando estaba adentro, me invitaron a sentarme y a tranquilizarme un poco, eran las 8:30 de la mañana, observe a otros pacientes en bata y siendo canalizados, en ese momento dije, bueno llegó la ora, una enfermera y me entrego una bata, después de que me la puse entregué todas mis cosas, estaba en manos de los doctores, sentí como que había sido despojado de mi voluntad, desde ese momento hice exactamente lo que ellos me decían, me sentía como un niño, como una especie de títere que llevan para todos lados, pero estaba concientes, sabía lo que me iba a pasar, por un momento cuando estaba en la puerta del quirófano, me pregunte, ¿será que esto sintió Jesús?.
Cuando entre al quirófano, estaba un Doctor y dos enfermeras, me paso algo extraño, empecé a sonreír, y a platicar a las tres personas, les contaba de mi vida, de lo que hacía, de mis estudios, mi vida religiosa, estaba helado, y como adormecido, no era concientes de lo que estaba haciendo, simplemente me deje llevar y después de que me ataron los brazos y me pusieran las ventosas para rastrear mis signos vitales, mire al techo, mi mente estaba en blanco, solo esperando, no sabía qué hacer, un segundo después, mi vista se estaba nublando y dije adiós, una enfermera se me acercó y me dijo, no adiós no, hasta pronto.
El doctor me dijo que respirara, lo hice una vez y entonces hice una oración, no la recuerdo, no sé qué dije o en que pensé en ese momento, el doctor dijo respira hondo, entonces, cerré los ojos e inhale.

Libertad Condicionada

Descripción Fenomenológica 1º.
Miércoles 18 de a la 12:00 estuve esperando el bus para ir a mi casa que se sitúa en el kilómetro 84 de la capital, por asuntos familiares ya en la parada tuve que elegir una camioneta que me llevará hasta mi destino en el tiempo más corto, porque tenía que estar temprano en mi hogar.  En la espera experimente sentimientos de frustración por no transporte propio para no tener que depender de un bus y elegir libremente a que salir solo calculando cuanto me tardo en llegar.

Así mismo experimente el poco tiempo limitado que tenía para llegar a mi destino, pues salí justo con el tiempo a justo de la universidad el día miércoles solo recibo un curso y en un sentido de responsabilidad no quería salir antes para que no me perjudicara en la asistencia del curso.

La libertad condicional yo mismo la cree, sea por no tener transporte o el sentido de responsabilidad en la universidad así como la misma necesidad de estar puntual en casa para quedar bien.      
Descripción Fenomenológica 2º.
Martes 14 de abril a las 10:30 a la hora de receso un compañero me invito a refaccionar pudiendo elegir entre Berger King, Café Barista u otras casetas que hay en la cafetería, o comida típica que ese día estaban vendiendo. No sabía que elegir pues no sabía con cuánto dinero disponía el compañero, antes de comprar decidimos ver que había en las carretas armables donde vendían comidas típicas que se instalaron cerca de la cafetería, me gusto lo que vendían y comparando los precios era más económico comprar ahí que en la cafetería aunque no sabía de cuánto dinero disponía el compañero era mejor comer algo típico pues además de llenar más, no siempre vende de ese tipo de comida aquí en la universidad.

Cuando tenía que decidir qué comer me condiciono, no saber si el compañero le iba gustar lo que elegiría, o si estaría dispuesto a invitarme, no es lo mismo que ir por cuenta propia a la cafetería sabiendo que es lo que uno seguro va comer como una hamburguesa o un capuchino dependiendo lo que se me antoje ese día. Otra cosa fue la variedad para elegir pues en un día común me condiciona solo lo que venden en la cafetería ese día vendía otras cosas.


En está experiencia la libertad no fue condicionada no por mí, sino por alguien más, en este caso el compañero que aunque no se limitó a decirme que debíamos comer, me advirtió ¿qué quería  comer? Dándome la opción de elegir, y teniendo en cuenta quería compartir conmigo.

domingo, 19 de abril de 2015

experiencia con el miedo

Lugar: callejón del sector A, colonia Mezquital, Villa Nueva, Guatemala.
Decisión: elegí este espacio ya que es uno de los lugares donde la mayoría de gente no puede entrar, ya que los pandilleros les niegan el acceso. Son los lugares donde ellos habitan y donde tienen sus centros de operaciones.
Tener la vivencia.
La experiencia la realicé el lunes 16 de 6:00 pm a 8:00 pm.
Después de muchos cuestionamientos, me decidí realizar esta experiencia, motivado por tratar de descubrir, primero que nada, en carne propia, otro tipo de sensaciones que dentro de la casa, es muy difícil experimentar.
Ese lunes, pase durante la tarde imaginando situaciones que podrían ocurrir en esta experiencia, y no voy a negar que sentí un poco de miedo. Sin embargo me fui calmando y tratando de alejar esos pensamientos.
Cerca de las 5:45pm.me puse el habito religioso y me dirigí a este sector. Salí de la casa, dejando avisado a algunos frailes, y empecé a caminar. Al inicio iba saludando a mucha gente, como es norma, durante varias calles. Al llegar a la entrada del sector, comencé a notar que la cantidad de personas en la calle, disminuyo bruscamente. Me dirigí por unos callejones, y le preste atención a las casas. La mayoría tenia las luces encendidas por dentro, pero no tienen luz afuera. El callejón estaba oscuro. Es allí donde me doy cuenta que dos mareros estaban sentados en la acera que viene enseguida mi paso. Yo les digo: buenas noches y me contestaron: buenas.
Seguí caminando y varios salieron de algunas casas. Yo iba caminando despacio, y llevaba un morral en el hombro. Tuve al inicio miedo, pero era más leve. Cuando vi que las únicas casas abiertas eran las de ellos, me dio compasión poder semi observar las condiciones en que viven.
Eran casas de lámina, bastante descuidadas, y allí pude ver colchonetas y grupos de ellos, unos sentados en la puerta, otros fumando marihuana dentro de las casas.
El miedo iba en aumento, note en sus rostros mucha curiosidad, a algunos ya los había visto antes, a otros no. Uno de ellos me dijo ¿Padre, que anda haciendo por aquí?, yo le respondí: Aquí, visitándolos a ustedes. Percibí que cuando dije eso, traté de solidificar el tono de la voz, sin parecer muy prepotente, pero tampoco denotando el miedo.
Cuando ya llevaba un buen rato caminando, me encontré a una señora, conocida de la parroquia, y me preguntó que andaba haciendo por allí. Yo comencé a interrogarla y me expresó que en ese sector no cualquiera podía entrar. Ellos tienen cercada y controlada la zona, todas las familias pagan extorsión, entre 100 y 1000 quetzales, depende las ocupaciones, y posibilidades económicas de la familia.
Ella me acompañó hasta la casa. Pude percibir cierto nerviosismo, aunque es aquí donde debo distinguir entre lo que percibí en la señora y yo. En ella noté preocupación, miedo, ansiedad.
En mi pude percibir curiosidad, un miedo gradual, cierto desasosiego que me provocó querer regresar.
Experiencia N° 2

Esta experiencia es realizada el día sábado 18 de abril de 2015, de 8: 20 a 9: 00 pm, durante una conversación vía Skype con mi mamá, experiencia sobre la felicidad.

A las 8: 20 pm entro a la sala de la casa donde vivo (el seminario), me siento en el sofá, está encendida la luz; luego enciendo la computadora y me conecto a Internet e ingreso a Skype y realizo la vídeo llamada; primero converso con mi hermano menor y cuando converso con el siento alegría, pero solamente eso, luego cuando empiezo a conversar con mi mamá es diferente.

Lo voy a explicar de la siguiente manera: al iniciar la conversación con mi mamá mi reacción es diferente que cuando conversé con mi hermano; porque cuando la veo a ella y la escucho hablar, siento alegría, pero una gran alegría, que me siento tan bien (satisfecho, es decir, que siento como que estoy ahí con ella), mi corazón empieza a palpitar rápidamente, nuevamente siento un gozo inmenso como cuando escucho y canto el canto nadie te ama como yo, es más cuando realice esta experiencia, no sentía que avanzaba el tiempo y eso pasa siempre ya sea que hable con ella o al recordarla porque siempre está en mi mente y en mi corazón eso me hace sentirme feliz, alegre, animado, a pensar en seguir siempre hacia adelante es decir a pensar positivo.

En el momento que hablaba con ella, mis ojos brillaban con ganas  de llorar y ella me preguntó ¿Qué tienes hijo? te veo con ganas de llorar y le digo si madre, pero no es por nada malo o por tristeza, sino porque me siento feliz de tenerla conmigo, me siento orgulloso de usted y usted me inspira a seguir luchando porque, me demuestra que es una mujer valiente y me enseñar a ser valiente y a apreciar todo lo que me rodea.

Lo curioso es que la imagen de mi madre siempre está grabada en mi mente, su sonrisa, sus consejos su amor su alegría también. Así termino esta experiencia.

Experiencia de admiración de una imagen en bulto.




Segunda experiencia de admiración

Admiración de la imagen de San José
Seminario "Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa"
12 calle 1.61 z. 1, Guatemala.


El día de hoy a las 07:20 pm, me dirigí a la capilla de nuestro seminario. Entré, y todas las luces estaban apagadas a excepción de la luz del Santísimo, cuando entré solo encendí las luces del lado derecho, para jalar la primera banca y ponerla frente a la imagen de San José; y sentarme ahí. En ese momento  no había  nadie orando ahí.

Apagué la luz que había encendido, y encendí solo la luz pequeña que ilumina  la imagen de San José con un niño Jesús en su brazo izquierdo; hice como si nada existía a su alrededor.

De pronto a las 07:30 pm comencé a concentrarme fijando mi mirada en la imagen, viendo directamente sus ojos, su cabeza, su  barba,  la vestimenta verde y su manto café, el niño Jesús que tiene en su brazo izquierdo y el lirio blanco que lleva en su brazo derecho.

Cuando fijaba mi mirada en la imagen, y contemplarla directamente a ella, mis ojos se ponían llorosos, debido a que estaba muy concentrado, de tal modo que no pispileaba; veía su hechura, una imagen muy fina, delicada y que hay que tratarla con mucho cuidado y siento que lo que refleja esta imagen es a San José sencillo y humilde. 

De pronto al contemplarlo, lo relacionaba con lo que he escuchado de él, su sencillez; según el evangelista Mateo: Cuando tomó al niño y a María y huyeron de Nazareth hacia Egipto;  también  cuando regresa con María a Nazareth, después del nacimiento de Jesús y en el evangelio de San Lucas: cuando él y María presentan  a Jesús en el templo.

Por tanto, al contemplar directamente la imagen, fueron  estos los acontecimientos que recordaba. 

Al finalizar mi experiencia de admiración, considero que la admiración es contemplar directamente el objeto, mirarlo fijamente cada una de sus partes y  tomar en cuenta como si nada hay a su alrededor.  

Algo que también  me pareció muy importante es, que si he admirado la imagen de este santo y lo que he escuchado sobre su vida; también me llevó a recordar esos acontecimientos; que fué también lo que me sucedió en esta experiencia.

La experiencia duró de 07: 30  a 08:30 pm , y al finalizar,  apunté todo lo que viví para comenzar a redactar.

Larry José López Toruño 2029113

Segunda experiencia fenomenológica:

Hoy  13 de abril de 2015, me dispuse a ir a misa a la parroquia Nuestro Señor de la Misericordia con el objetivo de vivir mi segunda experiencia fenomenológica, a las 5:50 pm.

Al pasar por la puerta de entrada del lado izquierdo, me encontré con una anciana que siempre pide limosna en la entrada del templo, a la que normalmente saludo, esta vez al hacerlo me hizo mala cara, quizás porque no le di dinero, dicha situación me recordó mi objetivo principal, vivir la indiferencia durante la misa.

Después de entrar, me senté en la ante penúltima banca, durante esperaba el inicio de la misa, comenzó la hora santa, permitiéndome entrar en mi mundo de oración, sin darme cuenta de lo que sucedía a mi alrededor. Al llegar el momento de la reflexión del sacerdote me dormí, despertando hasta el momento de la bendición con Jesús sacramentado. Durante la bendición traje a mi mente mis necesidades personales y se las entregue a Dios por medio de la oración. Al terminar la hora santa dio inicio la eucaristía a las 7:00 pm, de pronto me llamo la atención la entrada de una mujer y un hombre, al parecer matrimonio, con sus dos niños, que se arrodillaron en cuanto se ubicaron en la banca, pero uno de los niños empezó a tocar al papá para decirle algo, éste no lo voltio a ver, no obstante cuando toco a su mamá de inmediato dejo de orar y lo atendió. Pensé en ese momento, en las ocasiones de mi vida que me había sucedido lo mismo, especialmente en mi infancia con mi papá.

Al dar inicio la misa, me sumergí nuevamente en mi mundo, y empecé a ofrecer la eucaristía  por mis seres queridos, amigos compañeros de camino, amistades y personas que me han solicitado ore por ellas, percatándome que era un momento para pedir por mí únicamente. Llegado  el momento de la reflexión u homilía del sacerdote, me di cuenta que  hubo cambio de sacerdote. En el momento de dar la paz, como si tal saliera de un sueño, empecé  a tomar conciencia de las personas sentadas alrededor mío, delante de mí un señor y una señora en ambos extremos de la banca, atrás de mí una pareja y tres señores en la última banca. En el momento de las ofrendas mantuve mi mirada hacia adelante, dándome cuenta que pasaron por donde mí al ver el recolector en frente mío.

Al pasar a comulgar, trate de mantener la mirada hacia abajo, permitiéndome dicha actitud, vivir un momento de intimidad con Jesús eucaristía hasta llegar el momento de la bendición. Al terminar la misa, me di cuenta que cerca de donde estaba sentado estaba una de las hermanas de nuestra congregación.

Después de vivir la experiencia, considero que la indiferencia es un mundo o estado de ausencia de la realidad. Es entrar profundamente en el interior de mí persona, sin importarme lo que sucede a mí alrededor. Basándome en la conclusión antes expuesta, pude darme cuenta lo difícil que es para mí ausentarme del mundo externo, aún en los momentos de oración.    

 

 

jueves, 16 de abril de 2015

Las distracciones en el momento de la oración

Mynor Barrondo

Hoy jueves 12, 3,15 hice un momento de oración personal qué consto  de 3 horas de silenció. Primero empecé  a buscar los lugares donde iba a sentirme cómodo, elegí el jardín que está frente a mi cuarto y la capilla de los misioneros del sagrado corazón. Uno de los aspectos importantes también fue que busque ropa cómoda y me quite los zapatos, andaba en calcetines. Quería experimentar un momento de oración y a la vez, ver que es lo que me distrae.

Me pude dar cuenta que mi cuerpo se relajaba muy fácilmente, al sentirme seguro de los lugares que elegí para meditar.  Aunque en otro momento me sentí triste y me dio miedo al observar mis vulnerabilidades y defectos que, por las rutinas que mi vida, no soy consciente y a la vez forman parte de mi personalidad.

En el momento que estuve en el jardín me deje introducir por el desierto. Pude sentir que en esa tierra seca (yo), brota un manantial de agua viva. Fui entrando también en la experiencia de Jesús en el desierto: en la soledad de comunión con el amado, en el silencio del encuentro, en la presencia amorosa de Dios hacia mí y yo hacia Él. Fui contándole todo lo que me pasa, iba sintiendo que mi corazón se hacía más grande. Me sentía en una desnudez total, ante el misterio de Dios que me envolvía con amor. Ese lenguaje de amor me iba capacitando para entenderlo y vivirlo plenamente.

Al estar en el césped observaba la grandiosa vista, de las nubes una belleza que me daba mucha admiración por un tiempo; luego me fui dando cuenta como trabajaban unas hormigas, subían y bajaban de un árbol de naranja, tenían una gran organización. Poco a poco pude ubicar un modelo de comunidad en ellas; recordaba el trabajo grupal en casa que, como hermanos, tenemos que imitar el trabajó de las hormigas para hacer grandes cosas bien organizados para buscar una beneficio común.

Luego me dieron ganas de ir al baño. Cuando me pare sentí un dolor en el pie, me sentí inseguro, rápidamente me agache para ver que me pasaba. Me desconecte completamente de lo que estaba haciendo; había encontrado en la planta de mi pie, una espina del árbol de naranja. Luego fui al baño, me quite la espina y me  limpie mi pie, seguí caminando para la capilla para continuar con mi oración, eran eso de las 4 de la tarde.

Ya entrando a la capilla, me quede viendo al sagrado corazón de Jesús. Sentí la necesidad de hacer la consagración al sagrado corazón.…… Al terminar fui escuchando un ruido que venía de lejos y, mientras más se acercaba, me imaginaba a un vendedor de helados. Recordé los momentos cuando niño, y corría a los carros para comprar helados; poco a poco me iba dando hambre y ganas de un helado de chocolate, caí en cuenta que me estaba distrayendo y que ya no estaba haciendo oración. Me esforcé para desaparecer ese ruido en mi mente y  los deseos de un helado de chocolate.

Para lograrlo agarré la biblia e hice una lectura corta (Rm 13,8). Trataba de encontrar la voluntad de Dios hacia mí. Empecé a vivir una armonía y equilibrio interior, en la paz y la serenidad que venía de cristo sacramentado, estando cara a cara con Él.

Luego fui escuchando un sonido: tit, tit, tit; fui identificando que era un Yale, me imagine a un señor manejando un Yale, que siempre lo escuchaba pero le prestaba atención como hoy; ya que a la par de la casa MSC, hay una fábrica de plásticos.

A eso de las 5:20 empezaron a llegar mis hermanos de comunidad a la capilla, donde yo estaba. Abrí los ojos, me pude dar cuenta que yo siempre estuve acostado en el piso de la pilla y que la imaginación fue la que me llevo a observar cosas que no estaban sucediendo.

Me quede con la duda si los ruidos exteriores, combinados con mi imaginación, fueron realmente los distractores que tuve. 
DESCRIPCION DE MENTIRA:
La mentira es algo que inventa a una persona supuesta mente para no herir a otra persona o no herir a uno mismo pero al final la mentira sale peor cuando uno no sabe cómo hacer mentir porque todo se descubre o todo sale a la luz. Quieres o no quiere, uno si está hablando falsos más adelante se descubre lo que uno dice a veces se descubre por repetir las palabras o por hablar siempre del tema.

VIVENCIA. LA EXPERIENCIA DE MENTIRA:
El día sábado a las 5 de la tarde fui a un viaje, pero me prestaron un carro para viajar, en el camino empezó a patinar, el carro ya no hallaba que hacer, tuve que soltar el timón, en eso se chocó con un palo, se quebró la luz delantera, cuando llegue con el dueño el carro me pregunto qué avía pasado le dije que no pasó nada, pero al mismo tiempo el dio cuenta el choque que tuve, me dijo que no era así cuando Salí yo le dije que si era así, y no había pasado nada entonces me dijo el señor está bien creo que el otro muchacho fue que lo choco el carro al final de cuenta se quedó que el otro muchacho fue que le paso algo con el carro yo me quede libre por haber mentido el señor allí me di cuenta que a veces las mentiras te hace salir en problemas pero a veces en contras más problemas, por mis mentiras me quede libre.

EPOJE:
En las mentiras a veces te salva pero cuando uno sabe hablar o cuando uno sabe mentir, pero también, a veces la mentira te trae más problema depende las personas como habla y como actúa cuando habla con otra personas. Porque cuando uno está hablando mentira se pone nervioso, uno tiene que ver la mirada a las personas cuando está hablando con las otras personas para ver si está hablando cierto o falso, cuando es falso uno habla con la mirada en otro lado  no habla viendo la otra persona o empieza tocar la mano o moverse en otro lado o sino si tiene algo en la mano empieza tocar jugar. Uno tiene que darse cuenta a esa persona que está diciendo, porque el gesto también dice muchas cosas.


miércoles, 15 de abril de 2015


TEMA: ¿Que es el deseo?

EXPERIENCIA VIVIDA.

Mi experiencia fue de dos maneras para lograr una diferencia entre ellas: Teniendo la papaya delante de mí (sobre la mesa) del comedor de la casa,  imaginándome los pedazos de papaya sobre una mesa en la calle y al alguien comiendo y disfrutando.

En el comedor a la hora del almuerzo del día jueves, a la una y media, llegue a la mesa con hambre y comí. Después de comer, casi por terminar pasaron la papaya a la mesa y se me dio el deseo de comer; sin embargo, en ese momento me privé de ella y  es un alimento que me gusta. En ese instante me quedé observando  a los demás que estaban saboreando la papaya, en seguida, sentía que tenía en mi interior una sensación que fluía que me decía come y me inducía a comer una porción de papaya y me aguanté.

Después de un buen rato me di cuenta de que no la necesitaba porque estaba saciado y no era por hambre sino simplemente porque me gustaba. Seguía haciendo el ejercicio, terminaron de comer la papaya y no quedo nada, se me fue reduciendo el deseo hasta que nos levantamos de la mesa. De repente se me desapareció el deseo de comerla.

A las cuatro y media de la tarde del día jueves estaba en el cuarto, dejé un tiempo para imaginar la papaya sobre la mesa y   alguien comiendo. Pero traté de no ver la misma  papaya del cual hice la experiencia anteriormente sino que en un lugar diferente  donde están pasando mucha gente y comiendo cosas diferentes, claro,  algunos disfrutando la papaya que llevaba en una bolsita. Lo interesante es, que no se me despertó el mismo deseo de la primera experiencia, sentía que faltaba la presencia real de la papaya que me produzca las ganas de comer.

Entrando en el aspecto de las variaciones de objetos de la experiencia, decidí experimentar una vivencia siempre en el almuerzo de día martes a la una de la tarde con quince minutos. En la hora del almuerzo siempre se acostumbra en algunas veces comer piña después de la comida, en este día con el objetivo de complementar mi trabajo sobre el deseo. El único problema es que a mí no mucho me gusta la piña por el recuerdo que he tenido en algunas veces que la piña no son tan dulces, y que de alguna forma me hace daño la lengua cuando esta ácida y que después me cuesta comer, porque no sentía el sabor de la comida, cualquiera que sea. Desde esta experiencia puedo afirmar que para que el deseo ocurra tiene que haber un gusto hacia la comida, en este caso, para sentir un deseo especial me tendría que  gustar la piña y otro elemento importante es que tiene que haber una experiencia agradable para motivar el deseo, claro, quizás no de todas las comida. Por el momento no puedo afirmar completamente porque pueda ser que no sea así. Sin embargo, de la experiencia vivida hacia estas dos comidas: la papaya y la piña, si puedo decir que influye mucho el sabor y la higiene de los alimentos, por lo menos eso lo que pude percibir en mi experiencia con la papaya.  De lo que si me di cuenta con la piña, me afecto completamente el recordar que en algunas veces que he comido  salen ácidas y en  este momento teniendo  enfrente ni siquiera se me ocurrió probar si esta dulce o no, aunque, la piña se miraba buena pero la idea o la experiencia que tenía no es agradable. A mi parecer aparte de los elementos mencionados resalta mucho en mi experiencia lo agradable en el sentido del sabor. En conclusión mi experiencia es completamente distinta en el sentido de las sensaciones causadas por los alimentos del cual hice el experimento y la respuesta es totalmente contraria porque en la primera experiencia pude experimentar el deseo y en la otra no más bien sentí que rechacé completamente.

Segunda descripción

Descripción 2

Martes 14 de abril
Hora: de 17:00 a 18:30 horas.
Lugar: terraza de la casa parroquial.

Observación: dedicarme específicamente a ver lo que sucedía en el entorno, pero con principal atención al cielo y cualquier clase de movimiento o variación en el clima y ambiente. Sin utilizar reloj, únicamente dejando la alarma del celular para hacer el ejercicio en hora y media.

Desarrollo:

Subo a la terraza de la casa parroquial, llevo conmigo una silla reclinable para acomodarme en ella por momentos. Noto que la tarde está nublada y camino por un período corto alrededor de la terraza observando el entorno y dejo la silla al centro de la terraza. Me detengo en una esquina y observo a la distancia una agrupación de casas del vecindario. El aire se percibe frío, no intenso pero frío. Veo pájaros que vuelan en grupo y en distintas direcciones. Escucho a la distancia el ruido de los vehículos que transitan por la calle Martí.

Luego siento cansancio en las piernas por lo que opto por sentarme en la silla y reclinarla un poco para estar más cómodo. Empiezo a observar hacia el cielo, las nubes se mueven lentamente y la corriente del aire se hace más fuerte, y se siente más frío el ambiente.

Experimento aburrimiento de estar observando hacia arriba sin realizar mayor movimiento. Me pongo en pie nuevamente y me coloco en una esquina de la terraza en la que se ve el punto donde regularmente se oculta el sol. Por estar nublado no se aprecia más que cierto brillo entre las nubes al cual dejo puesta mi mirada y atención.

Lentamente, en la medida en que el momento de observación en la terraza se extendía, se iba oscureciendo. Los pájaros ya no pasaron más volando por el sector. El ruido de los vehículos se incrementaba incluyendo el sonido de las bocinas de muchos de ellos. El ambiente o clima se sentía cada vez más frío.

Me volví a sentar en la silla, esta vez no la recliné y me quedé observando. Poco a poco la oscuridad fue percibiéndose más, hasta el momento en que las luces de los postes del alumbrado público se encendieron. Empecé a sentir sueño de solo estar observando y notar la oscuridad en la terraza. De pronto la alarma de mi teléfono celular empezó a indicar que el tiempo estipulado estaba completo.

  1. -                  Lo que logro rescatar en esta experiencia inicialmente es el darme cuenta de que, aunque yo esté en una condición estática o poco dinámica de simple observación, hay una dinámica natural que sigue su curso. Acá hago referencia al movimiento de las nubes, los pájaros volando, la luz que se desvanecía poco a poco, el viento que siempre se pudo percibir.
  2. -          Además pude percibir que en mi situación de estar solamente observando y sin mayor preocupación por el tiempo, pues tenía previsto ese momento para realizar la actividad, el sonido de las bocinas de los vehículos que pude escuchar durante todo ese momento, indicaban la urgencia que muchos tenían por agilizar su traslado, el tiempo les apremiaba y no tenían control sobre ello.
  3. -   También puedo rescatar que en un tiempo determinado, aunque no se tenga mayor preocupación de cuánto está transcurriendo, hay indicadores que hemos aprendido a relacionar con ciertas nomenclaturas o medidas que nos permiten hacer una serie de conclusiones y determinar en qué momento del día nos encontramos y un aproximado del tiempo que ha transcurrido.