lunes, 2 de marzo de 2015


¨La indiferencia en nuestras relaciones interpersonales cotidianas¨
Larry José López Toruño 2029113

Según Habermas, si no hay la base para definir que algo es reprobable, no lograremos percibir cuando somos agredidos. Para ello, lo primero que se debe manifestar es el autoconocimiento. La importancia del conocimiento de sí mismo, ha sido remarcada por muchos filósofos, basándose en las palabras inscritas en el templo de Apolo. En la entrada de dicho templo se encontraba escrita la frase ¨Conócete a ti mismo¨ y, también predicaba Sócrates, razón por la cual, se atribuye el origen de la frase a Sócrates. Definitivamente el conocimiento de uno mismo, proporciona la libertad interior y el desarrollo humano.

Para Hegel el reconocer al individuo como viviente significa reconocerlo como un todo para sí. Definiendo al individuo, como indiferencia (unidad indiferenciada de posesión de vida) de todas las determinaciones, en cuanto es uno con la vida. Siendo la vida del individuo, la abstracción de su intuición elevada a lo supremo.

De forma subjetiva el individuo para Hegel es la esencia libre. En el reconocimiento de la vida del individuo, cabe la posibilidad del no-reconocimiento y de la no libertad, en otras palabras Hegel manifiesta la incertidumbre que cae  sobre la vida y la libertad del individuo en un estado de naturaleza. Por ello, el reconocimiento descrito por Hegel, sería un reconocimiento carente de relación, es decir, un reconocimiento en el que los individuos no se relacionan ni se reconocen como esencias libres o subjetivas, sino el que se encuentra solo como simples determinidades de la vida, como simples vivientes que aparecen uno al lado del otro, expuestos constantemente a la pérdida de la libertad o de la vida.[1]

Retomando lo antes escrito, desarrollaré mi trabajo fenomenológico en tres ambientes, donde a pesar de ser lugares de encuentro de individuos y propicios para lograr buenas o excelentes relaciones interpersonales, se da una falta de reconocimiento profundo de posesión de vida en las personas. Estos lugares son:

1.    La Universidad en el momento de transición entre un grupo y otro.

2.    En el microbús durante viajo a la Universidad.

3.    En las eucaristías especialmente antes de la paz.

4.    En las eucaristías celebradas en iglesia de clase media alta yendo mal vestido.

 



[1] https://books.google.com.gt/books?id=-x58MvBBSPEC&pg=PA83&lpg=PA83&dq=indiferencia+de+hegel&source=bl&ots=8JBtOrH94y&sig=G9rpHLCak2bQDzxzTS6U3jRLYUw&hl=es&sa=X&ei=P0X1VL3gHubdsASz04DgAQ&ved=0CCEQ6AEwAQ#v=onepage&q=indiferencia%20de%20hegel&f=false

2 comentarios:

  1. Excepto la referencia concreta a Habermas, el primer párrafo es bastante comprensible. Los siguientes dos, sobre Hegel, aparte de que te falla la gramática y la redacción, quedan bastante oscuros... Tratá de expresar el valor que vos considerás filosófico de tu problema en tus propios términos, más sencillos y directos. Estoy seguro que tenés una buena intuición al respecto, pero está velada en esta pequeña incursión a la historia de la filosofía.

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  2. Respecto de tus propuestas de experiencias a describir y analizar, veo como prejuiciante el considerar a priori la idoneidad de la universidad y la iglesia para las relaciones interpersonales profundas. Tratalos como cualquier espacio, sin expectativas (ni prejuicios), y a ver qué sale. No entendí la 4... lo de ir mal vestido...

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