¿Cuál es el fundamento
fenomenológico del deber ser?
Análisis y captación de esencias
1. Evidencia del -deber ser-
El -deber
ser- se hace evidente, cuando en el comportamiento aparece una tendencia, es decir una fuerza interior que invita al sujeto a hacer lo contrario al
deber ser. El deber ser está configurado por los valores morales y éticos de
cada individuo.
2.
Análisis del carácter experiencial de esta tendencia en el
comportamiento
Esta tendencia es circunstancial ya que, puede
manifestarse de modo relativo, en diferentes ocasiones de la cotidianidad, (el
hogar-familia, la escuela-Universidad, en el trabajo y en la sociedad) por eso,
se le considera circunstancial.
ü Hay dos
tipos de tendencia circunstancial: espontánea
y premeditada.
§ Tendencia espontánea: aparece en
los momentos en los cuales, provoca de inmediato una ligera respuesta en el
comportamiento de la persona. Da pautas para una ligera (y breve) deliberación,
pero no prolongada. Tal es el caso delos imprevistos, contra tiempos, emergencias.
Por ejemplo: Supongamos que un estudiante universitario, está en su casa realizando
el trabajo correspondiente a su tesis. Recibe una visita inesperada de un
familiar. Esta circunstancia exige una respuesta de inmediato. Observemos
que -el deber ser- se orienta a la
cortesía y hospitalidad para con el familiar. No obstante, se genera una ligera
deliberación de lo inoportuna que puede ser dicha vista, para el estudiante que
está terminando su tesis y su deseo de no querer saludar-. Por lo tanto, es
evidente como la circunstancia confluye de modo espontaneo sobre la tendencia.
§ Tendencia premeditada: es aquella
fuerza interior que prevalece por un
tiempo prolongado y mueve la voluntad a querer realizar lo contrario del deber
ser. Con la particularidad de lanzar al sujeto a un acto denso de deliberación.
Por ejemplo: Hace unos días visité a un amigo, él me contó que su mamá iba
ser operada y necesitaba tres donadores
de sangre. Y me preguntó si era posible que yo fuera; asimismo me brindó la
información pertinente al caso. Mi respuesta fue realmente una excusa, le
contesté: -“te confirmaré mañana, porque no estoy seguro si para esa fecha ya
estoy comprometido con alguna actividad” -. Ahora bien, nótese que el deber ser
está frente a la solidaridad y apoyo que me es posible brindar a mi amigo. A este
referente le acompaña la tendencia premeditada que exige un acto de deliberación
con mucha más profundidad, para elegir de lo más apropiada, según el parámetro
del deber ser.
3.
La pantomima deliberativa entre querer y no
querer.
Hemos dicho
anteriormente, que hay dos tipos de tendencia circunstancial; espontánea y
premeditada. En ambas se dan el acto de deliberación, pero, en la primera se da
de inmediato y, en el segundo tipo la deliberación es más prolongada. Por
ello, antes de comenzar con la deliberación, es preciso analizar el acto que
antecede a la deliberación.
En este sentido, la deliberación supone el
hecho que la persona ya tiene a su favor una decisión (Es probable que inconsciente).
Evidentemente, dicha decisión, la encontramos en el mismo sujeto. Por ello, antes
de deliberar, él ya tiene una cierta preferencia a (…). Y por consiguiente le
lleva a inclinarse por una decisión; en este sentido, la que le es conveniente.
Así pues, la persona desde el principio tiene una intuición por la alternativa que más le conviene. Según la
circunstancia será la de mayor peso. Por
tanto, la deliberación sea breve o prolongada se vuelve una pantomima, en donde
el sujeto recrea sus escenas de reflexión personal para hacer consciente su
decisión tomada de forma inconsciente y estar seguro de ella misma.
4.
¿Qué importancia tiene el acto de deliberación para
el –deber ser-?
La
deliberación solamente confirma la alternativa preferencial por parte del sujeto. En tanto que le posibilita la
afirmación de su misma decisión. Lo
ideal es que esta decisión corresponde al
modelo de comportamiento, que el -deber ser- de suyo es capaz de orientar.
Aquí, se
presenta justamente uno de las dificultades de mi investigación. No siempre la decisión
final está en armonía con el deber ser. Evidentemente, tanto el comportamiento
humano y su conducta, no está determinado éticamente. Por el contrario, goza de
una libertad y su libertad está vinculada a la capacidad de decisión y de
deliberación que el ser humano tiene.
Por
lo anterior, ¿Qué nos queda?. Queda indagar, de modo fenomenológico, cómo corresponder
las deliberaciones y decisiones que influyen en nuestro comportamiento con el
modelo ético -del deber ser-. Para ello necesitamos analizar qué es el deber
ser.
5. ¿Qué es el –deber ser-?
El deber
ser, es el referente ideal, es el horizonte, al que aspira el sujeto para
orientar su comportamiento. Es ideal porque supone para el sujeto, un
asentimiento ético y moral. Por lo tanto, -el deber ser- se fundamenta en la
realización de una ética arquetípica. El mismo sujeto la diseña para tener el
horizonte de su propio comportamiento estético. ¿En qué sentido nos referimos al
elemento estético? En el sentido que la persona elegirá ser según su gusto
estético de personalidad y aspirará a comportarse de acuerdo a ello, desde un
parámetro ético.
La persona aspirara a este arquetipo ético o
referente ideal para fundamentar su comportamiento. Esta aspiración a ese comportamiento
está en sintonía con lo que le gusta. En este sentido, es evidente que la
experiencia del –deber ser- es un elegirse. Que corresponde y supone un referente
que constituye diseñar la imagen de sí mismo. Es decir, un arquetipo ideal subjetivo
de sí mismo por el cual la persona decide.
En resumen:
-El deber ser- es el arquetipo ético que el sujeto diseña en su aspiración a un
comportamiento estético de sí mismo.
¿Cómo se siente el deber ser?
ü Puedo
sentir el deber ser en cuanto que lo comprendo. Descubro su sentido porque brinda
orientaciones a mi conducta.
ü Cuando se
es consciente gradualmente del porqué de mi comportamiento según del deber ser.
Se encuentra la satisfacción de estar en armonía con el arquetipo ético que yo
mismo diseñe. Corresponder a este comportamiento genera un gusto estético, de
mi misma imagen real.
¿En qué momento preciso lo
encuentro? Por ejemplo: Cuando un maestro dedica tiempo, para calificar los exámenes
de sus estudiantes. Sin embargo, sus amigos lo invitan a un café. El considera
su alternativa y decide continuar en su labor como maestro. Su deber ser está
orientado a corresponder al arquetipo de responsabilidad que a él le gusta
tener de sí mismo. Por tanto ser responsable, asimismo, su labor educativa le
genera una satisfacción estética de su mismo comportamiento.
6. ¿Cómo
corresponder las deliberaciones y decisiones que influyen en nuestro
comportamiento con el modelo ético -del deber ser-?
Esto se logra, en primer lugar, en
la medida que cada sujeto de modo consciente diseña su propio referente ideal
de comportamiento. Fijar su horizonte ético de vida. Según lo que al mismo
sujeto le agrada, en tanto que percibe estéticamente su comportamiento. Por
tanto, la claridad de los sujetos en la fijación de su propio arquetipo
estético posibilitará que las decisiones primarias y los actos consecuente de deliberación
vayan orientados al principio fundamental ético del deber ser.